Abril siempre ha estado enamorada de Franco, por eso cuanto este le propone fingir una relación decide aprovechar la oportunidad para conquistarlo. Lo que Abril no esperó fue que el arrogante y apuesto rival de su novio falso, se interpusiera en su...
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Hay un capítulo previo a este si no lo han leído regresen a leer, porque comentaron volví rápido 😊
33.2 Con el corazón roto y la vida en pausa
✨Abril✨
Observé las luces que iluminaban el lugar cada vez más cerca y al equipo que trabajaba afinando los últimos detalles, mientras me debatía en silencio mi próximo paso. Habíamos perdido cuatro eventos desde que explotó el escándalo, entendía que no podía darme el lujo de que algo saliera mal con ese. Me retorcí las manos con impotencia, sintiendo una presión sofocante en el pecho, que empeoró cuando el motor se apagó.
—No puedo irme, nos necesitan... Pero si él decide aparecerse aquí, no sé qué voy a hacer. No ha vuelto a llamar desde la última vez que nos vimos, ni siquiera para empezar una pelea por llevarme a Nala.
—Aby, respiremos juntas —la voz de Mich fue suave, buscó mi mano y la tomó para apretarla, captando mi atención momentáneamente—. Necesitas relajarte, vamos.
—No sé si pueda conseguirlo.
—Entonces podemos irnos, entiendo que este es tu trabajo, pero no puedes ponerlo por encima de tu bienestar. Vamos por Nala y después las llevo a casa, yo puedo regresar aquí para ayudar en lo que sea necesario.
—No, esta es mi responsabilidad.
Nunca me arrepentí tanto de algo como de aquella decisión, tras una reunión con el equipo y un recorrido por todo el sitio, comencé a experimentar la angustia que me llevó a renegar por haber rechazado la propuesta de Mich. A medida que la hora de inicio se acercaba la zozobra tomó control de mí. La posibilidad de verlo me provocó la sensación de un hoyo en el estómago que se profundizaba al compás de la aguja segundera del reloj en mi muñeca.
Intenté alejarme a toda costa de cualquier actividad que me dejara cerca de la puerta de acceso, sin embargo, mi mirada siempre se las arreglaba para terminar fija en aquel lugar, aguardando la llegada o la ausencia de la persona que me mantenía en aquel estado. La distracción que alcancé ayudando a supervisar el área de la cena, no fue lo suficiente fuerte como para controlar mi pulso.
La agitación se quedó conmigo un largo rato más, hasta qué, cuando la ceremonia estaba a punto de finalizar, Mich me informó a través del auricular en mi oreja, que Christian no se encontraba en aquel lugar. Debí sentir alivio por completo, pero fue imposible alcanzarlo a su totalidad. Javi y su esposa se hallaban entre los invitados, también Abel, y varias personas del equipo que saludé las veces que estuve en el box. No quería ser vista por nadie, esa fue la razón por la que me esforcé por pasar desapercibida, alejada de las miradas, pero atenta a lo que ocurría.
—¿Aby, es necesario que nos quedemos toda la noche?
Escuchar a Mich hablarme al oído me sobresaltó. Apreté el aparato en mi oreja y di un par de pasos hacia atrás, buscando algo de silencio para responderle.
