Capítulo 11

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✨Abril✨

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✨Abril✨

11. Por el campeón 

*Debí dividirlo porque está larguísimo, pero me voy a arriesgar a subirlo de una sola vez. Pónganse cómodas. 

—¡No puedes estar involucrada con ese imbécil, Abril!

—Pues lo estoy, Franco.

—¿Desde hace cuanto? ¿Por qué diablos no me lo habías dicho?

—¿Por qué tendría que habértelo dicho? ¿Acaso tú me contaste que tenías una relación con alguien más?

—Estás involucrada con un imbécil que lo único que ha hecho es perjudicarme. Seguro te buscó con la intención de molestarme, de joderme la vida.

—Esto no se trata de ti. No eres el centro del universo, Franco. Solo para dejártelo claro, lo nuestro comenzó antes de que él supiera de nuestro supuesto noviazgo.

—Este tipo no te conviene, es una basura.

—¿Sí? Y me lo dices precisamente tú.

—Sí, Abril. Y te lo digo precisamente yo porque tengo mucho cariño, te conozco desde hace años, no quiero que estés expuesta a un imbécil como ese.

—¿Por el cariño que me tienes me usaste para esconder tu relación con una mujer casada?

—Aby, no quería lastimarte.

—No tendrías por qué hacerlo.

—Estás llorando.

—¡Por qué me mentiste!

—Sí es cierto lo tuyo y lo de Christian no puede continuar.

—¿Si es cierto? ¿Por qué habría de mentirte, idiota? Sabes, no me respondas nada, vete. Sal de mi oficina, vete de aquí.

—Aby.

—¡Vete!

Las voces de mis amigas sonando a la vez fue el estímulo que necesité para abandonar los recuerdos en los que me vi inmersa. Diana y Mich me estaban viendo fijamente, esperando que respondiera las muchas preguntas que hicieron y que aún no podía procesar. Sus cuestionamientos me llevaron rememorar la discusión con Franco, y la mentira que resultó de ella y que nos llevó hasta ahí. Me sentía abrumada, nerviosa y un poco arrepentida de llegar tan lejos, de dejarme llevar por mi orgullo herido y mis ganas de hacer sentir mal a Franco.

—¿Salió a hablar contigo?

—¿Le contaste todo?

—¡Aby! —rechistó Diana, molesta porque no respondí de inmediato su primera pregunta.

El teléfono vibró entre mis manos, bajé la vista hasta el para observar la pantalla en donde apareció la notificación de un mensaje de Franco. Quería saber si ya nos encontrábamos en el palco que me asignaron para poder ver la carrera. En lugar de responderle me enfoqué en mis amigas, ambas se hallaban frente a mí, con los brazos cruzados, esperando respuesta.

Fuimos momentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora