🏁 Christian 🏁
10. Una cita
Era consciente de que los labios de Lena se movían y de toda su gesticulación, sin embargo, no estaba escuchando ni una sola de las muchas cosas que salían de su boca. Me hallaba concentrado en hacer mi maleta, algo que me importaba más que el drama de mi supuesta prometida. Ignorarla, formaba parte de mi mecanismo de defensa, me negaba a perder la paciencia, a gastar energía en Lena y sus estupideces. Con la primera competencia de la temporada encima en lo único que podía pensar era en la pista.
—¿Entonces estás decidido a viajar sin mí?
—Por enésima vez, sí. Me dijiste que tu representante te pidió que mantuvieras un perfil bajo todavía, ¿por qué insistes tanto en acompañarme?
—Porque es el inicio de la temporada, los pilotos llegan con sus familias, esposas, novias. Estamos comprometidos, es la primera vez que inicias una temporada con una novia, con una prometida —agregó, sonando indignada—. No puedes dejarme a un lado con esa facilidad.
—Lena, lo más importante en este momento es ganar la primera competencia, la atención debe estar sobre mi desempeño en la pista, no necesito tu presencia que solo será una distracción para los medios. Sigue el consejo de tu representante, no te expongas, no te conviene.
Aunque soné atípicamente sereno, comenzaba a inquietarme. Llevaba dos semanas enfocándome solo a mi preparación, no quería otra cosa en mi mente, ni a Lena, ni a otra mujer merodeando por mi cabeza. Sus gritos comenzaba a trastocar mi calma.
—Estoy pasando por algo horrible, Christian. Sé que no es conveniente que te acompañe, pero al menos pudiste pedírmelo para sentir que me tomas en cuenta, que te importo. No actuar a como lo estás haciendo, como si te doy igual, como si no significo algo para ti.
—No soy hipócrita y lo sabes muy bien. No voy a fingir que quiero que me acompañes para que te sientas bien. Estás pasando algo horrible, afróntalo con inteligencia y listo, no esperes que me compadezca de ti.
—¿Por qué mierdas te quieres casar conmigo? —gritó ya alterada.
Mi intención de responderle quedó a medias al ver a Mariam cruzar la puerta, dejó más de mi ropa doblaba sobre la cama, y salió sin vernos a ninguno de los dos, con la discreción que la caracterizaba.
—Ahora mismo yo también me lo estoy preguntando —dije, finalmente—. No me toques las pelotas, no quiero discutir contigo, no te conviene.
En lugar de voltear y marcharse Lena se desplomó sobre mi cama. Maldije en silencio mi arranque de benevolencia al dejarla pasar, me lamenté por no pedirle a Mariam que le dijera que no estaba. No tenía la dispocisión de soportarla más.
—Me arrepiento de tomarme esas fotos, mi vida se fue a la mierda desde que eso pasó.
Prefería encargarme personalmente de mi equipaje, era cuidadoso con el más mínimo detalle, porque me gustaba la perfección. Metí la ropa manteniendo un rígido orden que Lena estuvo a punto de alterar al removerse con insistencia. Le ofrecí una mala mirada mientras acomodaba el neceser dentro de la maleta, y entonces me percaté de que tenía el teléfono en la mano, algo que leyó la dejó en ese estado de inquietud que la llevó a levantarse en un solo impulso.
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Fuimos momentos
RomanceAbril siempre ha estado enamorada de Franco, por eso cuanto este le propone fingir una relación decide aprovechar la oportunidad para conquistarlo. Lo que Abril no esperó fue que el arrogante y apuesto rival de su novio falso, se interpusiera en su...