Abril siempre ha estado enamorada de Franco, por eso cuanto este le propone fingir una relación decide aprovechar la oportunidad para conquistarlo. Lo que Abril no esperó fue que el arrogante y apuesto rival de su novio falso, se interpusiera en su...
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🏁Christian🏁
6. Feliz San Valentín
Antes de comenzar, perdón por la demora. Fueron circunstancias de mi vida personal los que me alejaron de lo que más me gusta, escribir ❤️Haré todo lo que sea posible para que no vuelva a pasar, gracias por todo el amor para Christian y Abril, nos leemos el próximo fin de semana.
El sonido que provino de la puerta estuvo a punto de romper mi diversión, fueron dos fuertes golpes que advertían la presencia de alguien que decidí ignorar. Con la visión empañada por el placer clavé los ojos en la mujer que se encontraba de rodillas entre mis piernas, chupándomela con absoluta concentración, ajena al ruido que llegaba de afuera.
Mis manos que habían estado sujetas a los brazos del sillón, fueron directo a su cara. Necesité sostenerla para asegurarme de no perderme ni uno solo de los gestos que hacía cada vez que me hundía dentro de su boca hasta golpearle la garganta. El sonido de un jadeo proveniente de ella, resonó por encima del ruido de la puerta, aunque ambos nos dimos cuenta de que estaban tocando, ninguno hizo algo por detenerse.
—Christian, abre la jodida puerta.
Como si aquel grito la hubiese alentado, comenzó a chupármela más rápido, succionando con la intensidad adecuada para hacerme perder el control. Los mechones rizados de su pelo se escurrieron entre mis dedos mientras tiraba de este para asegurarme que mantuviera el mismo ritmo. Mi respiración ruidosa amortiguó el sonido de satisfacción que salió de sus labios cuando se detuvo por breves segundos para tomar aire, pero no los constantes golpes que venían de afuera. Pese a la distracción, me encontré inmerso en el momento, jadeando constantemente por el placer que me ofrecía su habilidosa boca. La tensión que experimenté repentinamente, me llevó a tirar de su pelo con más fuerza.
—¡Christian! —insistieron.
Mi mandíbula se tensó, pero no por la irritación que me produjo lo que ocurría detrás la puerta, fue por la satisfacción que estaba alcanzando.
—Si no quieres que me venga en tu boca, apártate.
Mi voz entrecortada hizo reaccionar a Johana, echó la cabeza hacia atrás liberándome de la presión de sus labios en el momento exacto, no pude contenerme más. Apreté los ojos en medio de una intensa sacudida de placer que llevaba mucho tiempo sin experimentar, mientras ella que acababa de incorporarse me besaba el cuello. La satisfacción me dejó jadeando, con la respiración irregular y con un ligero temblor en el cuerpo que no pude controlar de inmediato.
Lo primero que vi al abrir los ojos fue su sonrisa, sus labios se encontraban curvados maliciosamente, ofreciéndome una imagen incitadora. Alargó el brazo para tomar la toalla que estaba sobre la camilla y me limpió con ella con la misma actitud juguetona a la que no pude sucumbir.
—¿Me quedo?
Aún agitado levanté la vista para observarla, estaba lista para deshacerse de su uniforme, dispuesta a desnudarse. Negué con un rápido movimiento de cabeza, al mismo tiempo que le quité la toalla de las manos. No eran los golpes en la puerta lo que evitaba que continuáramos, no me nacía llevar las cosas más allá.
