Capítulo 26

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Gracias por la espera a todas las que fueron pacientes 💕 ya no les diré que es largo, ya me conocen jajaja, pido perdón por escribir tanto

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Gracias por la espera a todas las que fueron pacientes 💕 ya no les diré que es largo, ya me conocen jajaja, pido perdón por escribir tanto. 

🏁Christian🏁

26. La estrategia 

Odiaba poner un pie en las oficinas. Todos en mi equipo estaban al tanto de mi aversión por aquel piso desde donde se encargaban de los asuntos administrativos, probablemente, esa fue la razón por la que encontré caras que expresaban sorpresa mientras me desplazaba por los pasillos, acompañado de Cristal.

Acordé con Abel vernos a las nueve de la mañana, pese a que mi sesión de entrenamiento terminaba una hora más tarde. Mi jefe de prensa insistía en tratar el asunto de Lena como prioridad y por primera vez estuve de acuerdo con él en algo.

Mientras ignoraba el insoportable ruido de los teléfonos y el murmullo de voces le eché de nuevo un vistazo a mi teléfono, para continuar leyendo el comunicado que Cristal había redactado. Mi asistente estaba esperando mi visto bueno y el de Abel para publicarlo. Eran dos breves párrafos en el que con pocas palabras y mucha diplomacia se anunciaba el rompimiento del supuesto compromiso con Lena y nuestra inexistente relación.

Mi atención se volcó en la pantalla hasta que Cristal se detuvo a mitad del pasillo, a pocos pasos de la oficina de Abel, provocando que chocara con su espalda. Estuve a punto de quejarme de su torpeza, cuando la observé con el brazo extendido ofreciéndome su teléfono.

—Es Javi.

Resoplé sin ocultar el fastidio que me provoca aceptar su llamada. Me encontraba aún aturdido como para lidiar con él y sus reclamos. Los estragos de la peor resaca de mi vida me estaban torturando. En ese instante me hallaba más interesado en recuperarme que, en escuchar al viejo terco que ansiaba sermonearme. Aun así, tomé el teléfono y me lo llevé hasta la oreja.

—¿Se puede saber por qué no estás entrenando?

Había rabia contenida de su parte, un enfado palpable por culpa de mi salida nocturna. El único motivo por el que no discutió conmigo la tarde anterior fue la presencia de Abril y sus amigas en el avión; aun sabiendo que estaba a nada de explotar, me aclaré la garganta dispuesto a no dejarme intimidar.

—¿No se te ocurrió que probablemente ya lo hice?

—No, no se me ocurrió, pensé que aún estabas tirado en tu cama, recuperándote de tu intento de congestión alcohólica.

—Salí de mi cama a las cinco de la mañana como todos los martes. Hice treinta kilómetros de bicicleta y una sesión de motocross. Por la tarde estudiaré el circuito en el simulador... ¿Qué más necesitas saber?

Aunque estaba centrado en la conversación me di cuenta de que Cristal tenía la intención de abrir la puerta. La sujeté del hombro para evitar que continuara avanzando, sin soltar el teléfono que sostenía con la mano izquierda.

Fuimos momentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora