Abril siempre ha estado enamorada de Franco, por eso cuanto este le propone fingir una relación decide aprovechar la oportunidad para conquistarlo. Lo que Abril no esperó fue que el arrogante y apuesto rival de su novio falso, se interpusiera en su...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
🏁Christian🏁
14. Una noche contigo
Bienvenidas a las nuevas, pónganse cómodas y disfruten del capítulo. Las cosas funcionan así, ustedes votan y comentan, y yo les dejó capítulo. 😉
Revisé mis mensajes por quinta vez, solo para comprobar que aún no obtenía la respuesta que esperaba. El reloj marcaba las nueve treinta de la mañana, faltaban diez minutos para que llegaran por mí, en ese punto, mantener a raya la irritación era imposible.
Todo estaba preparado para el viaje, las maletas, mi equipo, e incluso los cuatro pases especiales que solicité con nada de anticipación. Lo único que faltaba era una maldita confirmación que me mantenía intranquilo. No estaba acostumbrado a esperar, ni a rogar atención, en ese momento me hallaba haciendo las dos cosas, muy a mi pesar, y todo por culpa de Abril.
—¡Christian! —Pese a la puerta cerrada pude escuchar la voz de Javi con claridad. En ese instante en el que mi paciencia se encontraba al límite, no lo quería cerca tocándome las pelotas, por eso me tensé al verlo entrar—. ¿Me puedes explicar qué mierda estás haciendo?
—Mal día para hablarme así.
—¿Qué hace esa mujer dormida en tu sillón? Salimos en menos de una hora, no vas a llevarla, ni siquiera Abel que siempre alcahueteó tu calentura por ella, apoyaría eso.
Conocía mis propios límites, era consciente de que los estaba pisando, esa fue la razón por a que me puse de pie y tomé aire para relajarme. No me convenía perder los estribos previo a un fin de semana de competencia, Javi lo sabía, por ello se sintió en la libertad de gritarme de esa forma.
—Si vuelves a levantarme la voz me olvidaré que te tengo respeto. ¿Ya está el chófer abajo?
—¿Escuchaste lo que te dije?
—¡Mierda! ¡Sí! Ni siquiera recordaba que Lena está aquí. No pienso llevarla a ningún lado, no soy imbécil. No entiendo por qué supones que haré algo así de estúpido. Sabes a la perfección que no la que quiero cerca de mí.
—Entro y lo primero que veo es a ella dormida en tu maldito sillón, pediste pases extras y un especial, solo até cabos. ¿Qué está haciendo aquí?
Mi teléfono vibró y mi atención se desvió de Javi, y su enfado. Fue un impulso en el que no debí sucumbir porque solo aumentó mi irritación al descubrir que no era ella, y que yo era un imbécil que cedía con facilidad al primer intento.
—Llegó en la madrugada, el portero la reconoció y la dejó pasar. La vi hasta que desperté. Está drogada, borracha, no lo sé, revisé las cámaras de seguridad, desde que entró se quedó en el sillón.
—Christian, esto es un desastre.
Javi se pasó las manos por el pelo, evidenciando una desesperación que no comprendía. Lena no era su problema, ni siquiera era el mío, no entendí el porqué de tanta preocupación.
