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Las semanas continuaban pasando, y Chrsitopher cada vez se encontraba más instalado en la mansión Kim, cosa que no agradaba en lo más mínimo a Seungmin. De por sí detestaba al estúpido rubio, no tenía razones concretas para hacerlo, pero el simple hecho de que se encontrará en pareja con su madre decía un millón de cosas.

Intentaba evitar a ambos, no compartir ningún tipo de espacio con ninguno. Le daba asco lo falsa que su madre era capaz de ser por aprobación masculina. Ahí fue donde se dió cuenta que quizás Christopher no era conocedor de la verdadera personalidad de su madre, tal vez él era víctima de una falsa Minwoo. Pero, por alguna razón, el extremo repudió que sentía por el rubio no cambio.

Se encontraba desayunando tranquilamente cuando el mayor llegó a la cocina, esperaba que no fuera a sentarse a desayunar con él, eso sería demasiado incómodo. Ignoró por completo la presencia de Christopher, le sorprendió que no lo saludara, como siempre lo hacía.

—¿Ya no saludas?— cuestionó el menor con ganas de molestar.

—Ambos sabemos que no habrías respondido.

La respuesta seca y contundente del rubio lo descolocó, no esperaba que fuera a responder de aquella forma, después de todo siempre se había mostrado extremadamente amable y sonriente ante él. Incluso había intentado acercarse un poco más, tener una conversación, poder entablar una buena relación. Pero Seungmin no lo había permitido, manteniendo su lejanía.

—Te gusta mucho el hijo de los Hwang ¿No?— cuestionó el mayor de repente.

Kim intentó ocultar su clara sorpresa ante la conclusión tan acertada de Christopher. Absolutamente nadie había notado la cercanía que tenían Hyunjin y él, Minwoo creía que eran amigos, al igual que Misuk, no sabía como el rubio había descubierto que ellos llevaban otro tipo de relación.

—¿Por qué lo dices?— interrogó haciéndose el desentendido.

—Lo miras como si te lo fueras a comer, es muy evidente— respondió Christopher con obviedad.

—Pues nadie lo había notado antes, quizás me estás prestando demasiada atención.

Seungmin lo miraba con una pequeña y divertida sonrisa, resaltando su comentario juguetón. Si Bang lo había notado era porque no le había sacado el ojo de encima, absolutamente nadie sospechaba de ellos, no era lógico que él lo notara la primera vez que los vió juntos.

—No olvides quién soy— recordó el mayor manteniendo una sonrisa similar a la del castaño.

—No tengo ni idea de quién eres.

Christopher cayó en cuenta de que Seungmin tenía razón. Minwoo lo había metido a la casa muy poco tiempo después de conocerse, su presentación ante el castaño fue muy brusca y repentina, y ahora pasaba más tiempo en ese lugar que en cualquier otro lado. Quizás Kim tenía sus razones para odiarlo.

—No me interesa de todas formas— comentó el menor restándole importancia— Ustedes son su juguete, los usa un rato y los desecha.

—Tenías que hacer un comentario de mierda ¿Verdad?

—Es la verdad, pero te felicito, al parecer eres el juguete favorito.

Christopher apretó su mandíbula al escuchar las palabras del castaño, no podía creer que realmente tenía la cara para decirle cosas como esas. Sin duda Kim era un niño cruel, si a él realmente le importara Minwoo sus palabras le habrían dolido mucho, pero lo que más le dolía ahora era su orgullo siendo enterrado 3 metros bajo tierra.

—Me tienes harto Kim— admitió el mayor apretando con fuerza la taza en sus manos.

—Pues vete, esta es mi casa, no lo olvides.

𓏲ָ 𝑺𝒖𝒈𝒂𝒓 𝒎𝒐𝒎𝒎𝒚✨//ᶜʰᵃⁿᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora