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En ese momento solo tenía ganas de ver a una persona, solo quería que su hermano lo abrazara con fuerza, que le dijera que todo iba a estar bien, que le mintiera, que le hiciera falsas promesas, asegurando que en poco tiempo las cosas iban a mejorar. Era lo único que necesitaba.

Iseul estaba cada día peor, sus gritos se escuchaban en cualquier parte de la casa, sus insultos hacia él eran cada vez peores, estaba completamente fuera de sí. Hacía unos pocos días había intentado apuñalarlo con una tableta rota de pastillas, se negaba a comer y solo pedía irse con Jake. Felix no tenía idea de que debía hacer, estaba harto, ya no tenía fuerzas para lidiar con la mujer.

El último mes no había salido de su casa, estaba la mayor parte del día drogado y sin ánimos de nada. Había estado hablando con Changbin en sus cortas horas de lucidez, asegurándole que se encontraba muy muy bien, que su madre estaba cada vez mejor y que intentaba alejarse de las drogas. Le mentía sin descaro alguno, pero no quería decepcionarlo, Changbin creía en él, era la única persona que lo hacía a pesar de saber todo lo que se metía.

Pero los últimos días no le había respondido, así que supuso que estaba ocupado y prefirió no molestarlo. Estaba solo, totalmente solo. No había nadie que escuchara su llanto, no había nadie que sanara sus heridas, él solito debía desinfectar los arañazos de su madre y sus propias heridas intencionales. Era tan triste.

—¿Lix? ¿Estas bien?

El mencionado giró hacia donde la voz lo había llamado, deseando enormemente que se tratara de su hermano o de Changbin, pero para su sorpresa el famoso actor Lee Minho se encontraba nuevamente frente a él.

—¿Minho?

—Tanto tiempo ¿No?— respondió el mayor con gracia, tomando asiento a su lado en el húmedo césped.

—Creí que tu empresa no te dejaría volver o algo así...— admitió el pelirrojo.

—Nadie me dice que hacer.

Un cómodo silencio se estableció entre ambos, por alguna razón Felix tenía ese don, con él no existían los silencios incómodos. Es que su sóla presencia hablaba por él, se notaba desde lejos que era un chico de pocas palabras, que no le agradaba la compañía y que quizás podía ser peligroso. Pero era irónica la paz que brindaba, el solo estar a su lado en ese tranquilo riachuelo hacia que todo pareciera ir más lento.

—...No respondiste mi pregunta— recordó Minho.

—...Prefiero no responder— admitió el menor— ¿Qué tal tú?

—Necesito vacaciones de mí.

—Debe ser difícil trabajar con tu cara, no puedes quitártela y descansar de ella— respondió Felix entendiendo a lo que el pelinaranja se refería.

—Lo es, lo mismo les pasa a los idols... A donde quiera que vayan siguen siendo idols, no pueden descansar de las cámaras, las miradas, los susurros...

—Agradezco ser una persona ordinaria— comentó el menor con una pequeña risilla.

—No considero que existan personas ordinarias, todos somos los protagonistas de una historia, sólo que las figuras públicas somos eso, públicas.

—¿Como haces para llegar hasta aquí sin que nadie te vea?

—¿Por qué no deberían de verme?— cuestionó el pelinaranja observando al pecoso.

—Porque vienes a hablar a los suburbios de la ciudad, a un barrio sucio, des mantenido y lleno de peligros con un drogadicto...— respondió Felix con obviedad.

—Estoy harto de hacer lo que se espera de mí, de ahora en más voy a hacer lo que yo crea mejor para mí.

—Pues es extraño que lo mejor para tí sea bajar a los barrios más peligrosos de la ciudad a fumar con un desconocido— insistió el menor.

𓏲ָ 𝑺𝒖𝒈𝒂𝒓 𝒎𝒐𝒎𝒎𝒚✨//ᶜʰᵃⁿᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora