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Las horas universitarias se hacían eternas para Seungmin ésos últimos días, estaba bastante cansado de la situación en su casa y encima los temas que estaban dando en clases no le atraían  en lo más mínimo. Para completar sus compañeros estaban insoportables, o quizás él era el que estaba especialmente irritable.  

—Llega tarde joven Lee. 

—Lo sé, no es la única que tiene un reloj ¿Sabe?

Ese niño ridículo lo hacía de nuevo, comportándose de aquella forma tan estúpida. ¿Que le costaba llegar a la hora adecuada? Seguramente había estado drogándose, traía los ojos rojos, casi tanto como los mechones pintados de su cabello. Una pinta deplorable, como si no se hubiera bañado en días y para colmo su voz se encontraba más rasposa de lo normal. No entendía a la gente que se comportaba de aquella manera.

—No empecemos joven. 

—Fue usted la que me habló primero. 

Todos miraban con atención la escena del rubio y la profesora. Solían agradecerle internamente a ese chico por quitarles aburridos minutos de clase con un drama interesante. Aunque habían algunos que sentían una especial pena por Lee, debido a que siempre lo reprendían a él por cosas que la mayoría hacía. 

La mayor decidió continuar con la clase, ignorando completamente la cara que llevaba el rubio. No le interesaba lo que sea que anduviera haciendo, su único deber era enseñar, no tenía porque andar detras de niños problemáticos y sin futuro como lo era Lee. Ese era asunto de sus padres. 

—¿Que miras?— cuestionó Mingi a su lado, pero la pregunta no iba dirigida a él. 

—Me da pena el chico— respondió Changbin. 

—¿En serio?— interrogó Seungmin, metiéndose en la conversación— Él se busca las cosas que le pasan, si llegara a tiempo y se comportara como debe no le pasarían estas cosas todos los putos días. 

Los dos contrarios quedaron en silencio, mirándolo con el ceño fruncido, como si acabara de decir algo estúpido. Changbin había cambiado completamente su semblante, se le notaba bastante enojado, presionaba su lengua contra su mejilla interna para medir bien sus palabras y no acabar insultando al menor.

—Seungmin tu no tienes la más puta idea de lo que pasa en la vida de ese chico— habló el pelinegro— Tú te comportas como si la gente te diera alergia todo el tiempo y nadie te juzga por eso, quizás debas replantearte algunas cosas. 

Changbin se dió vuelta para continuar prestándole atención a la clase, sin ganas de seguir hablando con Kim. No podía creer que tuviera el descaro de juzgar al rubio como si nada, como si él fuera perfecto, como si todos debieran comportarse como él quería. 

—Quizás tengas tus propias razones para actuar de la forma que actúas— continuó el pelinegro sin mirarlo— Él también debe tener las suyas, no creas que eres el único con problemas... 

Seungmin quedó estático en su lugar, no esperaba que ambos tomaran tan mal su comentario, Mingi siquiera se había molestado en explicarle o decirle algo. Estaba bastante sorprendido con la respuesta de Changbin, nunca se habían tomado tan en serio cosas que él dijera, sabía que solía decir cosas cuestionables, pero al parecer esta era la gota que derramaba el vaso. 

No estaba seguro de cómo debía sentirse ante eso, si ambos se enojaban con él no tendría con quien hablar. No es como que hablara mucho con ellos, de hecho evitaba pasar tiempo juntos, pero se había acostumbrado a su compañía. Se preguntaba qué haría su padre en una situación como esa. 

Nunca debes de juzgar, Seungmin. El día que empieces a juzgar perderás todo lo que te he enseñado. Las personas tienen mil problemas que intentan ocultar bajo distintas capas, debajo de toda esas capas es donde vas a encontrar a la verdadera persona.

𓏲ָ 𝑺𝒖𝒈𝒂𝒓 𝒎𝒐𝒎𝒎𝒚✨//ᶜʰᵃⁿᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora