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Sinceramente no espero matar dos pájaros de un tiro, al final su acto impulsivo no había salido tan mal. Tenía a todas las personas que quería en un solo lugar y eso le generaba una satisfacción tan grande que no podía parar de sonreír y gritar de euforia. Una vez más, iba a triunfar. 

Los había encontrado la noche anterior, finalmente había dado con las personas que intentaban acabar con ella. El mocoso que había vendido años atrás y un narco que se había negado a trabajar con ella, par de idiotas. Jeongin le había dicho que ellos estaban siendo ayudados por alguien de su entorno e intento hacer la vista gorda para no pensar en su sexy novio, pero a ciencia cierta nadie más podía estar involucrado en eso. 

Finalmente cuando llegó a la mansión y los vio a todos ahí, no podía creer el festín que se haría. Iban a suplicarle perdón, llorarían sangre, los sometería a todos los tipos de tortura posible, porque nadie se metía con Kim Minwoo y salía ileso. Iba a hacer que paguen por todo el martirio que le hicieron pasar, por hundir su carrera. 

—Chris, mi amor, me apena tanto tener que hacer esto— comentó la pelinegra con tristeza— No sabes cuanto lamento tener que destruir tal preciosura, pero te pusiste del lado equivocado.

¿Cómo mierda había llegado Kim Minwoo a ellos? ¿Cómo era posible que Jeongin no les avisara?

Christopher se mantenía firme, cubriendo a Seungmin con su cuerpo. Changbin estaba en medio de la sala, no tenía oportunidad de huir y Jisung estaba a unos miserables metros de distancia de la mayor. Se estaba conteniendo para no abalanzarse sobre ella y arrancarle los globos oculares.

—Átenlos— demandó Minwoo a sus guardaespaldas— Menos a Seungmin, él viene conmigo. 

Sin poder poner resistencia, fueron atados de pies y manos a las preciosas sillas que antes pertenecieron a Kim. El castaño se encontraba sostenido por uno de los matones, mirando atentamente como ataban a los demás. Seungmin sabía que había cámaras ocultas, creyó que Jisung y Changbin las habían notado pero no fue así, aún se encontraban en el lugar. Por lo tanto, todo lo que Minwoo hiciera iba a quedar registrado y eso le traía consuelo. 

Estaba seguro de que su madre iba a intentar de todo con tal de verlo sufrir, pero él estaba tan acostumbrado a bloquear completamente todos sus sentimientos que sin duda no iba a dejárselo fácil. Para que Minwoo lo viera llorar, primero debería cortarle un brazo. 

—Voy a demostrar con Seungmin lo que les va a tocar— explicó la mayor— Todo lo que vean en él les va a pasar a ustedes, solo que a mi amado hijo se lo haré el cuádruple de doloroso— finalizó con una perfecta sonrisa. 

Se dirigió a paso lento hacia el menor y sacó un encendedor del bolsillo de su abrigo, lo encendió y acercó a su piel, para quemarlo lo más posible. Mientras mantenía el fuego encendido en su brazo, miraba con atención el rostro de Seungmin. Inexpresivo, totalmente inexpresivo, como una estatua, como si el fuego no estuviera provocando quemaduras graves. 

—Dejalo en paz Minwoo— pidió Christopher desde atras. 

—¿Tu no lo odiabas?— cuestionó— ¿Por qué lo defiendes?

Un silencio se formó, no porque no supiera qué responder, sino porque se cuestionaba si debería responder lo que pensaba o no. Quizás empeoraba las cosas, quizás provocaba que la mujer enloqueciera aún más, quizás...

—¿Cuánto hace que no coges Minwoo?— interrogó Seungmin, con una sonrisa arrogante— Me robe tu juguetito nuevo ma. 

Bang odiaba que sonará tan malditamente sensual, detestaba estar atado porque eso le impedía comerle la boca al menor. Estaba loco al pensar en esas cosas en ese momento, pero cuando se trataba de Seungmin rara vez pensaba con claridad. 

𓏲ָ 𝑺𝒖𝒈𝒂𝒓 𝒎𝒐𝒎𝒎𝒚✨//ᶜʰᵃⁿᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora