Luego de algunos días en aquel lugar comenzaba a aburrirse y no había peor cosa que eso. El aburrimiento y el tiempo libre dan mucho tiempo para pensar y él sabía muy bien que eso era extremadamente peligroso, no quería volver a caer en aquellos horribles pensamientos una vez más.
Debía buscar a alguien, alguien con quien pudiera pasar el tiempo, alguien que tuviera la misma idea que él de salir adelante, alguien que aportará en su vida. Felix sabía que era una locura pedir algo así en ese lugar, donde la mayoría iba porque no le encontraba sentido a la vida, él tampoco lo hacía, pero estaba trabajando en ello.
Decidió salir a dar una vuelta por el enorme jardín del lugar, quizás así aprendería a socializar un poco, o al menos lo intentaría. Recordaba que Changbin le había dicho que nada valía la pena si no lo intentaba, extrañaba un poco al mayor esa semana no lo había visto mucho.
Antes de ponerse a pensar en razones erróneas y maliciosas sobre porque Seo no lo había visitado esos días, pudo ver al chico que le había gritado que era una "puta" el día que Changbin le llevó brownies. Al final le había guardado algunos y se los dejo en la puerta de su habitación, pero nunca más supo de aquel chico.
—¿Tan feos estaban los brownies?— cuestionó Lee provocando que el contrario levantara la cabeza para ver quien le estaba hablando.
—...No te quieras hacer el héroe— respondió a la defensiva.
—Estoy muy lejos de ser eso, amigo— aseguró el pelirrojo entre risas.
—No estaban mal, pero eran brownies normales, esperaba otra cosa— admitió.
—Estamos en rehabilitación, no me van a traer brownies locos.
—Mis amigos lo harían.
—¡Ho! ¿En serio? ¿Y dónde están tus amigos todos los días en el horario de visita?
—...Averiguando cómo traerme droga— susurró.
Felix volvió a reír antes de sentarse a un lado de su compañero. No parecía ser un chico malo, simplemente estaba solo y quería llamar la atención, lo entendía, él mismo había pasado por eso y a veces se sentía así todavía.
—Soy Lee Yongbok Felix— se presentó el menor.
—Jung Wooyoung...
—Lindo nombre— comentó Lee antes de comenzar a hablar de un tema trivial.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Algunos días habían pasado desde su encuentro con Minwoo, y aún no era capaz de procesar el pedido que aquella mujer le había hecho. Le había dado un lapso de un mes para cumplir con aquel mandado. Así le había dicho "mandado". Christopher simplemente no podía creerlo.
Necesitaba hablarlo con sus compañeros, sin duda no iba a dejar que eso pasara desapercibido, iba a hacer que Minwoo pagara por todo, no dejaría nada afuera. Mucho menos algo como eso y era algo que podía combinar con el golpe final que destruiría a la mujer, no sin antes hablarlo con Seungmin.
