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Sus encuentros se hacían cada vez más frecuentes, sus miradas cómplices en todo momento pasando desapercibidas por todos. Nadie lo sospechaba, podían notarlo. El único que generaba problemas era Hyunjin, él tenía una sospecha de que algo pasaba con Seungmin, ya que últimamente se había negado a estar con él. 

Desde que ambos se conocieron la chispa en ellos surgió como si siempre hubiera estado. Llevaban largos años manteniendo aquella relación carnal, donde los sentimientos no existían, donde descargaban cada una de sus miserias, donde los dos encontraban un pequeño acompañamiento. Pero Hwang había notado que, al parecer, Seungmin ya no requería de su compañía y eso no le agradaba en lo más mínimo. 

Conocía a muchas personas con las que podía llevar una relación similar a la que tenía con el menor, pero sabía que ninguna persona era capaz de hacerle sentir lo que Seungmin, sabía que él era el único capaz de llevarlo a esos niveles tan altos de placer. Quizás sus sentimientos iban más allá de lo carnal, pero sabía que eso estaba mal, estaba muy mal, porque Kim no iba a corresponderle nunca. A pesar de su apariencia inocente ante la multitud, Seungmin era hostil, no le interesaban los sentimientos, no sabía amar, él solo quería placer, pasarla bien y distraerse de todo. Le gustara o no eso era lo que significaba para el castaño, un pequeño break de la realidad. 

Aún así no quería rendirse tan fácil, era un error haberse enamorado de alguien como Kim, pero ya no había vuelta atrás, iba a intentar hasta lo imposible para poder conquistarlo. Sabía que si lo hacía enfadar las cosas podían acabar muy mal, sabía que si se confesaba no iba a volver a saber de él, así que por el momento prefirió callar. 

Ambos se encontraban solos en la gran mansión, los mayores y Christopher habían salido a una cena importante a la cual no podían asistir y Yeji había salido con sus amigas, era la oportunidad perfecta para disfrutar de un buen revolcón sin temer a ser atrapados. Salió en busca de Kim, recorrió la mansión sin obtener señal alguna de él, hasta que llegó al hermoso jardín. 

—Hola minnie— saludo el rubio. 

—Hey, pensé que te habías ido— respondió el menor con una sonrisa. 

—Iba a hacerlo, pero cuando descubrí que teníamos casa sola, decidí quedarme.

Seungmin se carcajeo, divertido ante las claras intenciones de Hwang. A él no le molestaba correr el riesgo de ser atrapado, es más, últimamente se había dado cuenta de que eso lo excitaba más de lo que debería. 

—¿Que dices Kim?— cuestionó Hyunjin abrazando al castaño por la espalda y dejando besos húmedos en su cuello— Hace mucho que no lo hacemos.

—No se si sea correcto Hyunjin— susurró Kim echando su cabeza para atrás, disfrutando de las caricias del mayor. 

—¿Por qué lo dices?

—...Hay alguien más. 

Dichas palabras descolocaron por completo a Hyunjin, a pesar de que sospechaba que hubiera un tercero, nunca quiso creerlo, no quería aceptar que Seungmin no estaba solo para él. Sabía bien que al menor le encantaba la exclusividad, por eso mismo no volvería a estar con él hasta que no abandonara su otra relación. Ya había pasado antes, Seungmin disfrutaba de conocer hombres y pasarla bien con ellos, los usaba un rato y luego volvían. Es decir, a Kim le agradaba la exclusividad hasta que se aburría y encontraba a alguien más. 

—Por eso te has alejado así ¿No?— cuestionó el mayor alejándose de Seungmin. 

—Sí, sabes bien que me gusta la exclusividad. 

—Pero Seungmin, nosotros estamos hace años... ¿Vas a terminar todo así nomás?

—¿Que dices Hyunjin?— interrogó el castaño, totalmente desconcertado— Aquí no hay nada que terminar porque nunca hubo nada, ambos siempre fuimos libres de conocer gente y disfrutar. 

𓏲ָ 𝑺𝒖𝒈𝒂𝒓 𝒎𝒐𝒎𝒎𝒚✨//ᶜʰᵃⁿᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora