𓏲ָ 𝑺𝒖𝒈𝒂𝒓 𝒎𝒐𝒎𝒎𝒚✨//ᶜʰᵃⁿᵐⁱⁿ

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—Christopher nos acompañará a la cena, ahí lo presentaré oficialmente como mi pareja— anunció Minwoo abrazando el brazo del rubio.

Seungmin la miraba indiferente, aunque se encontraba totalmente sorprendido, no podía creer que su madre presentaría a un hombre 18 años menor que ella como su pareja, eso iba a ser un gran escándalo, la gente hablaría por todos lados de eso. A él no le importaba en lo más mínimo, pero Minwoo era excesivamente quisquillosa con los escándalos.

Por otro lado le daba algo de asco, no por la diferencia de edad, sino por la falsedad. Su madre no había vuelto a gritarle ni a levantarle la mano desde la llegada de Christopher a la casa, siempre sonreía y le hablaba con dulzura. El rubio se comportaba de igual manera, parecía una buena persona, sonriendo y siendo amable con todos. Eran dos gotas de agua.

Pero él no podía evitar expresar su asco a la repentina y nueva dulzura de Minwoo, sus miradas y expresiones llenas de repudio a cada acción cariñosa, sus respuestas frías y distantes, su ausencia constante. Lo hacía ver como un estúpido adolescente que odiaba a su madre sin razón.

Minutos más tarde se dirigían a la mansión Hwang. Christopher conducía aquel BMW como si lo hubiera hecho un millón de veces, quizás así era, después de todo, Minwoo no había dejado de consentirlo.

—Bienvenida señora Kim— saludó el mayordomo dejándolos pasar.

—¡Minwoo! Te ves fabulosa en ese vestido— halagó Misuk llegando a recibirlos— ¿Quién es este chico tan guapo?

—Ya lo verás— respondió Minwoo, con una sonrisa.

—¡Por dios, Seungmin!— gritó de repente la mujer— Creo que nunca he visto a alguien tan bello como tú, estás precioso nene.

—No exagere señora Hwang, su hijo es el más codiciado de Corea— contestó el menor con modestia.

—Tu no te quedas atrás.

Pasaron al salón principal guiados por la bella mujer de cabellos rubios, el lugar estaba lleno, todos vestidos con trajes extravagantes y caros, con accesorios que costaban millones de dólares, haciendo notar su gran cantidad de dinero.

Era normal que todos compitieran por quién tenía el botón de camisa más caro en esos entornos, pero a Seungmin solo le gustaba admirar cada pieza de cada traje y vestido, cada detalle en la decoración del lugar, la elegancia en cada rincón era tan hermosa de ver.

—Joven Kim, está deslumbrante hoy— otro de los anfitriones apareció para saludarlos— Todos lo miran, llama mucho la atención.

—Lo están mirando a usted, joven Hwang.

—No creo que así sea, insisto en que están deslumbrados por su belleza.

Seungmin volteo a mirar con más atención al contrario, claramente estaba siendo víctima de un descarado coqueteo por parte del guapo hijo de los Hwang. Debía admitir que era el mejor rostro que había visto en su vida, junto al de Mingi. Sus ojos pequeños y oscuros, sus cabellos largos y dorados, labios grandes que se notaban bastantes esponjosos y ese hermoso lunar debajo de su ojo izquierdo le daba el toque.

—¿Esta coqueteando conmigo Hyunjin?— cuestionó el castaño con una divertida sonrisa.

—Quizás...

—Que rápido, acabo de llegar.

—Temo que alguien más intente robarme su atención— respondió el mayor con sinceridad.

Sorprendentemente, Seungmin tuvo una animada charla con el hijo mayor de los Hwang. Ciertamente sentía las miradas sobre ellos dos como pesadas bolsas en su espalda, nadie se gastaba en disimular, los miraban con intensidad, como si quisieran formar parte de aquella dupla de perfectos chicos.