Estaba harto de todo, el estúpido novio de Minwoo no lo dejaba en paz, estaba todo el día detrás de él como perro faldero, había comenzado a pensar que lo que Christopher tenía con él era algo personal. Para su suerte esa semana no iba a encontrarse en la mansión Hwang, debido a que había tenido un problema personal que necesitaba atender.
Sorprendentemente la casa se encontraba sola, Hyunjin y sus padres habían salido a una reunión de negocios. Ellos siempre eran muy unidos, donde quiera que fuera uno iba el otro, no había lugar donde fueran separados, además siempre hablaban muy bien el uno del otro, incluso en reuniones íntimas. Hyunjin siempre le decía que estaba feliz de tener unos padres como los suyos, que le alegraba que siempre trataran de comprenderlo y nunca lo obligarán a nada. Cada que Misuk iba a su antigua casa a pasar tiempo con su madre, hablaba maravillas de su marido, pero se notaba que no lo hacía con intenciones de alardear.
Ojala su familia hubiera sido así. Habría disfrutado de pasar tiempo con su madre, de jugar y divertirse junto a su padre, poder comunicarse como una persona normal, ser capaz de ver a las personas como posibles amistades nuevas y no como amenazantes criaturas a punto de atacar. Nadie creería que la pequeña y feliz familia que tenía en realidad era toda una farsa, nadie creería las cosas que Minwoo ocultaba tras esa sonrisa perfecta.
Se paseo por el lugar disfrutando de la acogedora oscuridad de la noche, dejándose envolver por el aterciopelado sentimiento de soledad, el que lo había acompañado la mayor parte de su vida. No creería que algo que durante su infancia detesto a más no poder, se convertiría en su sentimiento favorito. El silencio sepulcral, solo sus pasos retumbando por toda la mansión, sin miedo a ningún monstruo que pudiera aparecer de repente entre toda la lobreguez. Porque su peor miedo estaba representado en carne y hueso.
—Lamento interrumpir su soledad joven Kim.
La voz sobresaltó al castaño, no veía a nadie debido a la oscuridad, pero pudo ubicar de donde provenía el sonido de los pasos que se acercaban cada vez más a él. De repente recordó la negativa que le dió a su madre respecto al compromiso, y todo a su alrededor comenzó a dar vueltas.
—Esto será sencillo, no hagas ruido y todo saldrá bien ¿Si?
Seungmin se sentía tan mareado que aquellas palabras le resultaron difíciles de entender, sintió que alguien lo tomaba desde atrás, tapando su boca y nariz con un trapo. Entró en desesperación, imaginando lo peor, creyendo que su peor pesadilla se hacía realidad, que aquel horror de carne y hueso lo había alcanzado. Intentó luchar para liberarse, pero fue en vano, su cuerpo dejó de responderle, segundos después la poca claridad que llegaba a sus ojos se desvaneció.
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Christopher cocinaba tranquilamente al compás de una de sus canciones favoritas, mientras Felix estudiaba en el comedor. Era algo extraño ver aquella escena, verlos como una familia "normal" que no tenía problema alguno y mantenía una vida tranquila.
