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 La nieve quedaba perfecta en aquel parque de niños, el cual, a pesar del creciente frío, estaba lleno. Niños y niñas correteaban y armaban figuras en la nieve. Hamacarse y jugar en el tobogán era algo un poco más difícil, pero eso no evitaba que los pequeños lo hicieran. 

Se trataba de un invierno perfecto, el sol era tenue pero brillante, el ambiente era tan familiar y cálido. Risas, besos, abrazos y gritos de alegría por todos lados, donde quiera que miraras ibas a encontrar bellos rostros iluminados con alegres sonrisas. Todo demasiado perfecto para ser real, demasiado hermoso para durar, demasiado alegre como para que el destino no decidiera arruinarlo. 

Jisung llenaba sus adorables mejillas de aquel delicioso algodón de azúcar, su padre le había pedido que lo esperara ahí mientras él iba a arreglar un negocio y así lo hizo, como el hermoso niño educado que era. A sus cortos diez años era un niño sumamente travieso, pero sabía cuando las cosas se ponían demasiado peligrosas. No travesuras si se encontraba lejos de mamá y papá.

Algunos minutos más tarde le pareció escuchar la voz de su progenitor a la distancia.

¡Jisung! ¡Corre!— gritó su padre a lo lejos.

¿Por qué haría eso? Su madre le tenía prohibido correr en la nieve, podría resbalarse y golpearse o romperse algo. Además su papá estaba volviendo luego de casi una hora, no quería alejarse de él. 

Hola cariño— saludó un hombre llegando a su lado con una perfecta sonrisa— ¿Me acompañas a la camioneta?

Hola y no, no se quien es usted, además mi papá ya viene.

La sonrisa de aquel hombre se esfumó como por arte de magia y los disparos no tardaron en llegar. De repente las risas se transformaron en llantos cargados de terror, los gritos de alegría no podían reflejar otra cosa más que miedo y el parque se llenó de hombres armados. 

¡Que nadie se mueva!— exclamó el canoso a su lado. 

Intentó correr hacia su padre, pero fue en vano, el mayor lo tomó del brazo para evitar que escapara. Eso no era divertido, no entendía nada, tenía miedo, mucho miedo, quería a su padre, lo necesitaba ¿Que mierda estaba pasando?

Por favor, por favor déjalo Dusik, voy a buscar la forma de pagarle a la señora, pero no metas a mi niño en esto— pidió el señor Han con desespero. 

Muy tarde Han, la señora te dio un mes, ya pasaron dos querido— respondió el hombre— Como sabemos que nunca saldaras tu deuda, nos llevamos al niñito a forma de pago, va a sernos de gran utilidad. 

¡No, No por favor! ¡Juro que voy a pagar, lo juro!

Se te acabó el tiempo hombre— sentenció.

Dos estruendos se escucharon y cuando abrió los ojos, solo pudo cruzarlos con los aterrados orbes cristalinos de su padre, la sangre saliendo de su boca y la mancha roja que crecía en la nieve. 

¡Papá! ¡Papi!— exclamó Jisung con desespero, el llanto imparable y desgarrador comenzando a presentarse. 

¡Silencio mocoso! 

—¡Silencio mocoso! 

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𓏲ָ 𝑺𝒖𝒈𝒂𝒓 𝒎𝒐𝒎𝒎𝒚✨//ᶜʰᵃⁿᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora