Último capítulo-Te quiero

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Ellie

Me desperté con un "ligero" peso encima, algo me estaba aplastando. Con mucha flogera, abrí los ojos y me miré el cuerpo con curiosidad. Un brazo... ¡un brazo! Espera... ¿Un brazo? ¿¡De quién!? Rápidamente me giro para mirar a la persona que me despertó. Oh... Stephen. Ya me estaba asustando... y llevo ropa... uff.
Cuidadosamente, quito su fuerte y completamente tatuado brazo de mi barriga y me levanto despacio para no despertarle. Bostezando, bajo a la cocina para hacerme algo de desayunar. Busco, busco y busco hasta que encuentro unas galletas de limón. Cojo el paquete entero y me siento en una silla para esperar a el chico a que despierte...

- Buenos días. - Su repentina voz hizo que me sobresaltara y me atragantase con una maldita galleta. - ¡Ellie! No te mueras antes de tiempo, mujer. - Me dijo dándome golpecitos en la espalda.

- Gracias por tu ayuda, Stephen. - Le dije con sarcasmo.

- No las des, guapa. - Me guiñó un ojo y yo resoplé. - Wow, parece que alguien se levantó de mal humor.

- Tal vez porque un brazo me despertó.

- ¿El mío? ¿Qué te hizo? ¿Hablarte? ¿Tocarte el culo? ¿Una teta? ¿Masturbarte?

- ¡Como no pares te comes el paquete de galletas enterito! - Le grité totalmente roja ante el pensamiento de su mano masturbándome... ¡no!

- Irónico... el paquete tiene forma de polla.

- ¡Te mato! - Grité totalmente cachonda... ¡digo avergonzada!

- Ya, ya paro. - Dijo riendo y cogiendo de MIS galletitas.

- ¡Oye! - Dije indignada.

- Ni oye ni hostias, MI casa y MIS galletitas. - dijo con la boca llena.

- Cabrón. - Murmuré.

- Te escuché. - Dijo escupiéndome en la cara haciendo que acabara persiguiéndole por toda la casa.

Edward

De allí salí por la madrugada, y al llegar aquí, es por la mañana, y tengo un sueño horroroso. No sé donde ir... no quiero ir con Marcel, no quiero ir con Harry, no quiero ir con ningún amigo... solo quiero ir con Ellie. Todo este tiempo he querido estar con ella aunque me lo negara a mí mismo. Pero, ¿qué hago? ¿Voy y le digo Hey acabo de llegar y me he dado cuenta de que aún te amo? ¡No! Sería... raro, y me odiaría más. Pero... de verdad que la necesito...

Ellie

- Steph, ya es la hora de comer, será mejor que me vaya a casa.

- ¿No quieres quedarte a comer?

- No, gracias. Tengo un filete carísimo esperando por mí para que me lo coma. - Bromeo, aunque es verdad.

- Vaya, y yo aquí solo con un perrito caliente. - Bromea Stephen.

- Para tu mala suerte solo hay un trozo para uno. - Le digo sacándole la lengua. - Otro día será. Adiós. - Me despido de él con un beso en la mejilla y me dirijo hacia la salida.

- Adiós tacaña. Luego quedamos - Me grita cuando ya estoy fuera y me río levemente.

Hayá voy filete. A veces me pregunto si Stephen tuvo alguna novia igual que él. Digo... con muchos tatuajes, y piercings... Por fuera una cosa y por dentro lo contrario. La mayoría de las personas de la calle le miran mal, raro. Pero lo hacen sin conocerle, y yo le conozco, y es una de las mejores personas del mundo. ¿Que si saldría con él? Si. Definitivamente si. Somos mejores amigos, ¿por qué no intentar algo más? Ademá, es muy guapo y está muy bueno. Se cuida mucho. Una vez, me llevó a correr con él por la mañana, pero como yo por la mañana no funciono bien, acabé chocándome con una farola. Después de unos minutos corriendo, le perdí de vista de lo rápido que él corría. Decidí volver a mi casa y esperar a que me llamase. Sip, acabé con un chichón en la frente, ¡pero sigo viva! Yo duré 15 minutos mientras él duró... 1 hora y 15 minutos. No hay tanta diferencia...

Los trillizos han vuelto {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora