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Shaka y Mu, dos pequeños niños que fueron criados con disciplina y rectitud para convertirse en dos "Omegas" del mas alto valor, sin embargo, todo cambia cuando en el primer celo de uno de ellos, todos des...
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Cap. 1: No te reconozco más.
Viaje en avión, documentar, los pases de abordar.
Maleta de mano y el móvil en "airplane-mode".
Ese podría ser bien el principio de la historia, cuando un completo desconocido salía del aeropuerto y se encontraba con sus recuerdos de su niñez y adolescencia, cuando a través de sus recuerdos lograba darle un sentido a su nueva vida, sin embargo, para Shaka, aquel regreso a Atenas se volvía el final de todo, la cúspide de su largo ascenso.
Regresaba siendo un completo extraño para sí mismo y pudiese asegurar que para todos.
El éxito podría escurrirse de sus manos en ese momento, tenía dinero, éxito y un imperio logrado, todo a lo que un huérfano no podría aspirar a tener. Ahora lo tenía todo y eso... simplemente estaba bien.
— Shaka. ¿Estás bien? — Preguntó alguien a su lado, abrió los ojos por unos segundos para encontrarse con el rostro preocupado de un hombre mucho más joven que él. Shun rondaba los dieciocho años recién cumplidos, sin embargo, el temple y la tranquilidad con la que hablaban lograron sacarle de sus pensamientos, asintió sin gesto y recargó su cabeza en el respaldo del taxi en el que viajaban de ida hacia su nuevo departamento, dejaría a Shun, las maletas y tras un cambio de ropa, iría directo a la fiesta de gala a la que no había sido invitado.
La última ceremonia publica que Mu tendría, antes de apartarse completamente de los medios y prepararse para su boda y la vida marital para la que había sido educado.
Un sabor agridulce se le antojaba en los labios cada que pensaba en aquella escena, encontrarse con Mu después de tanto tiempo, después de la última vez en la que se vieron, cuando su amistad y amor había quedado completamente quebrado porque ¿Quién pensaría en corresponder a alguien que lo había perdido todo? ¿Quién podría imaginar arruinar su vida por tan poco? Shaka entendía bien el tiempo de pensamientos que Mu había tenido, lo entendía porque era un Omega educado para tener al mejor de los Alfas.
Después de todo. ¿No había sido esa la misma educación que él había tenido?
Cuando eran niños, cuando nadie les explicaba realmente el significado y eran simplemente bombardeados con la idea de ser "Un Omega de alto valor".
Las cosas eran tan fáciles en aquel entonces... aunque no lo parecían.
— Shun, no me esperes para cenar. He pedido que esté completo el servicio así que puedes cocinar cualquier cosa que encuentres en la nevera — De eso se trataba vivir juntos, después de todo. Cuidado mutuo. — Comeré cualquier cosa que cocines, cuando regrese.
— ¿Lo harás? — Preguntó curioso, sin embargo, llevó los brazos a su espalda y con una ligera reverencia se despidió en la puerta del departamento. Shaka le miró alejarse hacia la habitación que le había asignado, estando seguro de que no saldría de ahí, hasta entrada la tarde, cuando el hambre le hiciera querer conocer el lugar en el que vivirían algunas semanas.
No hubo necesidad de una respuesta, salió del edificio tan rápido como pudo, otro taxi le esperaba a las afueras del lugar.
— Al hotel Golden Seasons. — Rectificó el destino y el taxista asintió, sin trafico el trayecto fue corto, no más de veinte minutos de viaje, pagó y después de agradecer salió, no tenía invitación así que entendía que no le permitieran pasar, ni siquiera lo intentó para no levantar sospechas, sin embargo, apenas los invitados fueron ingresando, más de uno le miró perplejo, por que su cabello rubio y sus ojos azules, a pesar del tiempo, serían imposible de olvidar.
Espero que fuese Saga quién saliera a enfrentarlo cuando los invitados más cercanos le notificaran de su presencia sin embargo no esperó que en aquel día, con las restricciones que un Omega podría tener, fuese Mu el que gritase su nombre mientras bajaba a toda prisa por las escaleras del hotel, habían sido los treinta escalones más largos de su vida y cuando al fin le tuvo cerca, fue Mu quién se abalanzó a abrazarlo con una cálida bienvenida.
— ¡Shaka has vuelto! Pensé que jamás volvería a verte. — Su voz era dulce, el aroma penetrante, Shaka le apartó inmediatamente sin ser particularmente brusco.
— Llegue hace poco, vine por algunos asuntos, quise desearte... tú sabes Mu. —
Mu suspiró, se apartó unos centímetros de Shaka, pero su cuerpo aún estaba demasiado cerca para gusto de algunas personas que empezaban a salir al notar que Mu había salido corriendo, incluso antes que su Alfa, cuando supo que un rubio estaba a las afueras del hotel, y había empezado a alertar la seguridad.
— Shaka, quiero hablar, necesito que aclaremos algunas cosas... por favor, ahora no puedo, pero... ¿Podemos vernos mañana?
— Mu. — La voz de Saga se escuchó a lo alto, una sola palabra y Mu pareció tensarse enseguida, Shaka por instinto miró el cuello de Mu, completamente limpio, con un collar blanco que dejaba transparentar algunas zonas de su piel. Aún no había sido marcado entonces... ¿Por qué respondía sumiso al llamado de Saga? — Aléjate inmediatamente de ese desviado.
Así era, como había sido llamado antes. A pesar se no ser culpable de nada.
