«Saint Seiya | Omegaverse | BL | ShakaXMu»
Shaka y Mu, dos pequeños niños que fueron criados con disciplina y rectitud para convertirse en dos "Omegas" del mas alto valor, sin embargo, todo cambia cuando en el primer celo de uno de ellos, todos des...
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Cap. 16: Veredicto.
Y para cuando el celo finalizó...
Los ojos verdes de Mu, su cabello largo atado a una coleta alta y la cinta negra que contrastaba con su color lavanda. Se miró en el espejo para acomodar la camisa blanca, el cuello alto y los brazos desnudos, podían verse sus huesudos hombros asomar bajo la tela. A su cintura se aferraba el pantalón blanco, resaltaban las curvas de su cuerpo, pero prefería cubrir todo, con un esponjoso suéter negro que le hacía parecer una oveja sin trastabillar.
De las heridas, estaba casi recuperado, tal vez cojeaba un poco después de haber permanecido de pie mucho tiempo, pero era algo que la terapia tenía que mejorar. Además, su día a día no implicaba esfuerzo extremo, mucho menos cuando Saga se había empeñado en sobreprotegerlo.
El sonido de su móvil se escuchó en la sala. Suspiró, sabía quién era.
Tomó la botella de perfume mientras se arreglaba al espejo, ajustó los últimos detalles. Salió de la habitación para buscar el móvil, era Saga.
— ¿Ya has llegado?
— En cinco minutos, ¿Quieres que suba por ti?
— No, no lo hagas, puedo bajar yo solo. — Lo hizo, guardó el móvil en sus pantalones y salió del departamento para tomar el elevador y esperar en la recepción a que Saga llegara, podía ver desde las paredes de cristal de la planta baja, cuando un auto aparcaba y al ser su primera salida después del celo, se sentía un poco renuente a esperar afuera.
Sabía que eran ideas suyas, pero tenía la sensación de estar siendo observado así que prefería mantenerse en movimiento durante esos días, sin embargo... no siempre se trataban de ideas suyas. Mu llamaba la atención de una forma exagerada en donde fuera que estuviese. Así era, sin embargo, él siempre lo había interpretado de una forma diferente.
Apenas llegó Saga, sintió una ligera sensación de alivio, salió del edificio para encontrarse con él e iba a subir directo al asiento del copiloto, cuando notó a Kanon y su mirada retorcida juzgando sus pasos, había detenido sus pasos por unos segundos antes de dirigirse a la parte trasera del auto para ingresar.
— Gracias por venir por mí. — Lo hizo ver como un favor, más que una imposición.
— De nada. — Susurró Saga, Mu miró por el retrovisor, ambas miradas se cruzaron... los ojos azules lucían diferentes. ¿Por qué? Sin saber por qué, se encogió de hombros y Saga sonrió. Kanon pasaba de largo a ellos, no era extraño su mal humor, ni la falta de tacto o educación.
— ¿Podemos irnos? Mientras más rápido pase esto, mejor será para todos. — Lo mejor era no escuchar reclamo alguno, si Kanon empezaba a fastidiar a Mu o a Saga, las cosas iban a ponerse tensas y eso era lo último que necesitaba Saga esa mañana.
Y es que, si bien Saga y Mu no eran completamente compatibles, tener a Kanon cerca, después de lo ocurrido la última vez que se habían visto, en el baño del salón del hotel, les hizo tener cierta "complicidad". Mu sabía muy bien que Saga era mucho mejor que Kanon.
