Cap. 20: ¿Qué has hecho?

151 12 4
                                    

Cap

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cap. 20: ¿Qué has hecho?

Un día caluroso.

Saga estacionó su automóvil a las afueras del edificio de Mu.

Ambos con prendas claras, de verano, y las ventanas abiertas, el calor seguía siendo insoportable.

— Gracias. Nos vemos más tarde. — Mu no había esperado ni un poco antes de salir del auto, tomó del asiento trasero el portatraje con sus prendas para la reunión de la tarde. Saga mantuvo la mirada fija al Omega, a su cabello lavanda ondearse en una coleta y su caminar seguro.

Todo aquello le parecía increíble, en más tarde tendrían la ceremonia de acuerdos prenupciales y una cena por la noche para cerrar el periodo de compromiso. Aunque Mu lo había pedido, y él había aceptado, había cosas que no había podido detener y una de ella, era la enorme ceremonia para celebrar la boda y los eventos antes y después de estas.

Pensó que al final, las cosas terminarían por romperse de nuevo, pero nada fue así. Mu fue paciente entendió la situación y agradeció el intento por cambiar las cosas, sin embargo, se prometió que, en las siguientes decisiones serían tomadas entre ambos.

Se sentía bien. Algunas veces incluso feliz.

Saga no temía a nada, pero esa repentina felicidad... le parecía antinatural.

Todo lo que jamás había podido desear, lo tenía.

.*.

Ir del recibidor a su recamara podía incluso cortarle la respiración. Se agitaba y reposaba en el pasamanos unos segundos antes de regresar a su paso lento en camino a la parte alta de la mansión. Eran exhaustivas esas escaleras, pero... empezaba a gustarle todo aquello, porque había encontrado un montón de decoraciones de niño en una de las habitaciones. Shaka le había permitido andar por todas las habitaciones y una de ellas había llamado enormemente su atención.

Completamente blanca, con ventanales de piso a techo y cortinas blancas, completamente lisas. Una cama pequeña estaba en el centro, cubierta de mantas y algunos peluches. Un escritorio de estudio y unos silloncitos pequeños alrededor de una alfombra redonda y peluda.

Había ropita tan pequeña en los cajones y se había mostrado crédulo cuando Shaka le había asegurado que esa era su habitación y aquellas eran sus cosas de infancia. Shun no tenía afinidad por las cosas materiales, sin embargo, a pesar del esfuerzo que le tomaba subir hacia aquella habitación, regresaba todas las tardes después del almuerzo, cuando estaba solo en casa.

La cama pequeña era cómoda, la habitación olía a vainilla después de haber activado un aromatizante, se recostaba en la cama mirando por el ventanal, las ramas bailando y algunas hojas ingresaban si había viento. Su menta vagaba, apretujaba los peluches y sus dedos delineaban el estambre de los suetercitos. ¿Añorar haber tenido algo así en su infancia? No. Shun muy a solas se preguntaba... ¿Cómo hubiese sido el bebé de haberse aferrado a su vientre? La culpa le carcomía, sus ojos se opacaban al instante, aunque las lágrimas se acumularan. Muchas tardes había llorado en aquella habitación pensando en su pequeño, que jamás conocería.

¿Quién es él? | BL | Shaka x Mu | AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora