Tʀᴀɪᴅᴏʀ ᴅᴇ sᴀɴɢʀᴇ (Draco Malfoy) || Libro 2 y 3

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴄɪᴇɴᴛᴏ sᴇsᴇɴᴛᴀ ʏ sᴇɪs

No tenía miedo de morir. Si tenía que recibir la maldición asesina sería el.

El sujeto abrió su boca para pronunciar aquel hechizo...

Pero de repente paso.

—¡¡¡Avada kedavra!!!.

El hechizo salió de la nada. Dejando sin vida al mortifago que unos momentos lo amenazaba de muerte.

Daphne greengas estaba con la varita extendida. Quien estaba manchada de tierra y su cabello rubio lleno de ceniza. A su lado se encontraba Theo quien tenía a su lado a blaise.

—Gracias, greengas...—Dijo intentando sonar lo más amable posible.

—Me debes una malfoyado.

Siguieron abriéndose camino entre toda la multitud y la batalla.

Y de repente los elfos domésticos de hogwarts aparecieron en la entrada, gritando y llevando largos cuchillos, a la cabeza de ellos, con el emblema de Regulus Black colgando y balanceándose de su cuello, iba kreacker, su voz de rana mugidora predominaba sobre todo.

—¡¡¡PELEA!!!¡¡¡PELEA!!!¡Pelea por mi maestro defensor de los elfos domésticos!¡PELEA contra el señor tenebroso, en el nombre del valiente Regulus!¡PELEA!.

Iban golpeando y acuchillando los tobillos de los mortifagos, sus pequeñas caras brillaban de malicia.

A todos lados donde miraba draco los mortifagos iban cayendo en grandes números, derrotados por hechizos, arrancando flechas de sus heridos, apuñalado en las piernas por los elfos, o simplemente tratando de escapar.

Pero no había terminado.

Draco y sus amigos pasaban entre las peleas. Theo y blaise apuñalaban a los mortifagos sin usar varita, daphne lanzaba hechizos que era muerte inmediata y todo lo hacían para proteger y darle paso a draco quien que en ese momento tenía en sus brazos a una clarissa inconsciente.

Pero todos se detuvieron en seco cuando en frente de ellos se encontraba Lucius Malfoy con la varita en mano.

—Debiste dejar que muriera...—Dijo de repente mientras miraba con ojos fríos y cansados a draco.

—Y yo debí matarte—Escupió cruelmente.

Las paredes del castillo tambaleándose debido a las explosiones y hechizos. Tierra cayendo desde el techo sobre las cabezas de los jóvenes.

Draco apunto de matar a su padre y Lucius decidido a quitarle la vida a clarissa.

—No hay tiempo para esto, malfoy...—Dijo blaise quien apuntaba a Lucius con la varita.

—Blaise tiene razón, draco...—Hablo theo que hacia la misma acción que blaise.

—Si no me desago de él toda mi vida será una piedra en mi zapato...—Contesto con dureza mirando a su padre—Debo matarlo.

Malfoy se dio la vuelta he hizo que Daphne cargará a clarissa.

—Debes venir con nosotros, draco...—Dijo daph mientras cargaba a clarissa.

—Cuídala por mi, greengas.

Blaise se acercó a él y le entregó su varita para que se defendiera. Draco lo miro e intento agradecerle pero blaise puso una mano en su hombro.

—No mueras, amigo.

Dicho eso se fueron en busca de otra dirección para salir del castillo.

Draco se quedó solo con su padre.

—No tienes que hacer esto. No tenemos que pelear entre nosotros. Solamente dame a la sangre sucia y todo acabara, draco.