Clarissa Johnson es acusada de aver matado a cedric diggory junto a harry potter. Voldermort la busca desesperadamente. Pero draco no dejará que eso suceda, sin querer, ambos llegan a sentir amor el uno por el otro. Pero draco siempre ha sido un mar...
No había tantas cosas por hacer, la temporada de exámenes había terminado y ahora podían relajarse todo el tiempo que quisieran. Daphne se fue con su hermana para poder ayudarla con las cosas que necesitará ya que era su compromiso. Theo y blaise se quedaron en la escuela junto con clarissa preparándose para lo que sería la supuesta fiesta de Astoria.
Y draco esa misma noche había pedido permiso, diciendo que iría a casa a ver a su madre por haberse enfermado.
Eso fue lo que le dijo a clarissa.
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Estaba en una de las habitaciones de la casa vacacional de los greengras, sentado mirando el cielo pensando en su chica y en lo que estaría haciendo en ese momento.
Recordando el sonido de su voz y el de su risa, tan solo en recordar le causaba una sonrisa de oreja a oreja.
Pero se desvaneció cuando sintió una punzada en su pecho.
Se quitó su collar, entre cerró los ojos para poder enfocar su vista en el. Abrio los ojos cuando se dio cuenta que se le dibujó una pequeña pero diminuta grieta. Lo observó por un momento intentando descifrar que significaba, había muchas cosas que no sabía de ese collar.
Intento no tomarle importancia, no quería preocuparse, tenía que estar tranquilo. Pero tenía que asegurarse que aún servía, agarró su varita y lentamente se transformó en su espada plateada. Paso su mano por el filo, su filo, era eterno.
Dio un pequeño salto, se había hecho una pequeña cortada en uno de sus dedos, se podía ver una diminuta mancha de sangre. La sangre le hizo recordar en todas vidas que había arrebatado, tantas que había perdido la cuenta.
—Y también sabrá sobre tu compromiso con astoria. Sabrá quién eres realmente, el monstruo que llevas dentro. Se enterará que tu eres...
Las palabras de Pansy le vinieron a la mente como una ráfaga. Aunque no haya mostrado ninguna emoción esas palabras fueron las que más le afectaron. Se levantó de la silla y se sentó en el borde de la cama mirando su traje, el traje que usaría mañana para declararse.
A lado de el había un papel, escrito lo que diría con su puño y letra. Lo que más quería en ese momento era huir y desaparecer del mundo, pero por más que soñara no podía hacerlo. No tenía elección.
Se alzó la manga de su brazo y miro su marca tenebrosa, últimamente había estado arañando su brazo para que desapareciera, pero seguía ahí. Las marcas de sus uñas desaparecían lentamente pero la marca tenebrosa siempre estaría ahí como un recordatorio de que su vida jamás le ha pertenecido, que siempre será un objeto manipulable.
Paso sus uñas sobre la marca fuertemente hasta enterrar la uña en la carné, queriendo borrar desesperadamente esa marca que le hacía recordar su amarga vida.
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