Un sonido crepitante y humeante a su espalda le advirtió. Se giró y vio a Ron y Crabbe corriendo por el pasillo hacia él, tan rápido como podían.
—¿Te gusta lo caliente, escoria?—rubia crabbe mientras corría.
Pero no parecía tener control sobre lo que había hecho. Llamas de un tamaño anormal los estaban persiguiendo, lamiendo los laterales de las murallas de trastos, que se estaban desmenuzando convertidos en hollín ante su contacto.
—¡Aguamenti!—Chilló harry, pero el chorro de agua que salió de la punta de su varita se evaporó en el aire.
—¡CORRE!—Dijo hermione.
Draco, Clarissa, Harry, Ron y Hermione iban a todo correr y el fuego los persiguía. No era un fuego normal. Crabbe había usado una maldición que los demás no conocían a excepción de draco.
Cuando giraron en una curva las llamas los persiguieron como si estuvieran vivas, sensibles, decididas a matarlos. Ahora el fuego estaba mutando, formando una manada gigante de bestias ardientes: serpientes llameantes, quimeras y dragones se elevaban y caían, y se elevaban de nuevo, y los detritus de siglos de los que se estaban alimentando, fueron lanzados al aire y hacia sus bocas con colmillos, sacudidos en lo alto de pies con garras, antes de ser consumidos por el infierno.
Crabbe y Goyle habían desaparecido fuera de la vista; harry, ron, hermione, clarissa y draco se pararon en seco: los ardientes monstruos estaban rodeándolos, acercándose cada vez más, moviendo garras, cuernos y colas, y el calor a su alrededor era tan sólido como una pared.
—¿Qué podemos hacer? —gritó Hermione por encima de los rugidos ensordecedores del fuego—. ¿Qué podemos hacer?
—¡SE SUPONE QUE TU ERES LA INTELIGENCIA GRANGER!—Grito draco haciendo el que ambiente se pusiera peor.
—Aquí—Dijo clarissa.
Agarró un par de escobas de aspecto sólido de la pila más cercana de trastos y le lanzó una a Ron, que puso a Hermione detrás.
Y una a Harry que pasó la pierna por encima de la segunda escoba.
Después una para ella y draco.
Con fuertes golpes en el suelo, se elevaron en el aire, esquivando por centímetros el pico cornudo de una llameante ave de rapiña que cerró la mandíbula con fuerza. El calor y el humo se estaban volviendo insoportables.
Bajo ellos el fuego maldito estaba consumiendo el contrabando de generaciones de estudiantes perseguidos, los resultados culpables de miles de experimentos prohibidos, los secretos de incontables almas que habían buscado refugio en la habitación.
Harry no podía ver ni rastro de crabbe o Goyle por ninguna parte. Descendió en picado tan bajo como se atrevió sobre los merodeadores monstruos llameantes para intentar encontrarlos, pero no había nada más que fuego.
Qué terrible manera de morir…
Nunca había querido esto…
—¡Tenemos que salir de aquí potter!—bramo draco. Aunque a través del humo negro era imposible ver donde estaba la puerta.
—¡Es...demasiado...peligroso!—grito ron dándole la razón por primera vez a malfoy.
Y entonces les vio.
Goyle con los brazos alrededor del inconsciente Crabbe, ambos colocados sobre una frágil torre de carbonizados pupitres, y Harry bajó en picado. Malfoy no comprendia por que queria salvar a esos dos si eran unas basuras.
—Debes ayudarle, malfoy....—Dijo clarissa.
—No lo are...—Dijo rígido—ellos no sacrificarian su vida como potter lo está haciendo.
Cuando Harry lo cogió, supo al momento que no servía de nada. Goyle era demasiado pesado y le era imposible subirlos, cubierta de sudor, resbaló al instante de la mano de Harry…
—¡SI MORIMOS POR ELLOS, TE MATARÉ, SAN POTTER! —rugió la voz de draco quien ayudo a sujetar goyle, y, mientras una gran quimera llameante se lanzaba hacia ellos. Arrastraron a Goyle a su escoba y se elevaron de nuevo en el aire, girando y tambaleándose.
—¡La puerta, llega hasta la puerta, la puerta! —gritó goyle.
Todos dirigiéndose a aceleradamente a la puerta.
Clarissa sujeto fuerte la cintura de draco para no caerse. Y Harry aceleró, siguiendo a Ron, Hermione y Goyle a través del ondeante humo negro, apenas capaces de respirar. A su alrededor los últimos objetos sin quemar por las llamas devoradoras fueron lanzados en el aire, cuando las criaturas del fuego maldito las lanzaron a lo alto en celebración: copas y escudos, un collar centelleante y una vieja diadema opaca…
Harry realizó un giro cerrado y se lanzó en picado. La diadema parecía caer a cámara lenta, girando y brillando mientras bajaba hacia las fauces de una serpiente con la boca abierta, y entonces la cogió, se la puso alrededor de la muñeca…
Harry volvió a virar bruscamente cuando la serpiente se lanzó hacia él; se elevó hacia arriba, directo al lugar donde, rezaba, estuviera la puerta abierta. Ron, Hermione, Draco y Clarissa habían desaparecido.
Goyle estaba gritando y agarrándose tan fuerte a Harry que le hacía daño.
Entonces, a través del humo, Harry vio una mancha rectangular en la pared y dirigió la escoba hacia ella. Momentos después el aire limpio le llenó los pulmones y colisionaron contra la pared del pasillo de enfrente.
Goyle cayó de la escoba bocabajo, jadeando, tosiendo y con arcadas.
Harry se dio la vuelta y se sentó.
La puerta de la Sala de los Menesteres se había desvanecido, y Ron y Hermione estaban sentados sin aliento junto a Clarissa y Draco.
—C-Crabbe —dijo goyle con voz ahogada tan pronto como pudo hablar—. C-Crabbe…
—Está muerto —dijo draco con seriedad y sin mostrar algún tipo de emoción hacía crabbe.
Se hizo el silencio, sólo roto por los gemidos y toses.
Entonces un gran número de enormes explosiones sacudió el castillo, y una gran cabalgata de figuras transparentes pasó galopando en sus caballos, con las cabezas gritando con sed de sangre bajo sus brazos.
Harry se levantó tambaleándose cuando el Cazador sin Cabeza pasó y miró alrededor: la batalla todavía tenía lugar a su alrededor. Podía oír más gritos que aquellos de los fantasmas que acababan de pasar. El pánico lo invadió.
—¿Dónde está Ginny? —dijo bruscamente harry.
—Ella debe estar bien, harry—Dijo clarissa para calmarlo.
Sintió como la tomaron del brazo para alejarla de sus amigos. Ella de detuvo bruscamente.
—¿Que haces, malfoy?.
—Debemos irno—Dijo draco.
—¿Irno?—Pregunto—¿Por qué?.
—Es ovbio, issa. Tu no deberías estar aquí. No puedo permitir que algo te suceda.
—No. Me quedaré, malfoy. Me quedaré con mis amigos a derrotar a voldermort.
—Entiende que para el tu estas muerta, Johnson. No puedo dejar que te expongas.
—¡Ya te dije que no, malfoy!—alzó su voz.
—¡NO PUEDO PERDERTE A TI TAMBIÉN!. NO ESTOY LISTO PARA ESO CLARISSA, AUN NO...—Grito fuertemente hasta lastimarse la garganta.
Ella solo lo miro. Sin decir una palabra.
—El tiene razón, clary....—Dijo harry—es mejor que no estés aquí...por tu bien.
—Pero...—Susurro—yo...
—No lo hagas más difícil, issa. Quédate conmigo—extendió su mano para que la ella lo sosteniera.

ESTÁS LEYENDO
Tʀᴀɪᴅᴏʀ ᴅᴇ sᴀɴɢʀᴇ (Draco Malfoy) || Libro 2 y 3
FanfictionClarissa Johnson es acusada de aver matado a cedric diggory junto a harry potter. Voldermort la busca desesperadamente. Pero draco no dejará que eso suceda, sin querer, ambos llegan a sentir amor el uno por el otro. Pero draco siempre ha sido un mar...