Tʀᴀɪᴅᴏʀ ᴅᴇ sᴀɴɢʀᴇ (Draco Malfoy) || Libro 2 y 3

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴄɪɴᴄᴜᴇɴᴛᴀ ʏ ᴅᴏs

Y se encontraban en el cielo, montados sobre un thestral.

El aire pegaba en el rostro de los chicos al igual que el sol, clarissa abrazaba fuertemente a harry.

—Sujetate bien, clarissa—Hablo harry.
El vuelo fue largo, y la tarde se hizo noche, y cuando menos lo esperaban se encontraban en londres.

Estaban en el departamento de misterios, saliendo del elevador. El corazón de clarissa latia con fuerza, estaban frente al largo pasillo oscuro y frente estaba la puerta, era igual como ella lo había soñado y eso le causaba miedo.

—Es aqui—susurró harry, aún sostenía la mano de clarissa, la apretó ligeramente y la miro con una sonrisa para tranquilizarla, pero sus rostros no mentían, ambos estaban asustados.

Comenzaron a caminar hasta llegar a la puerta, y fue ahí cuando entraron, todo estaba completamente oscuro.

—Lumos—susurró clarissa.

El lugar era enorme, las estanterías eran largas, el techo estaba oscuro parecía como si no tuviese fondo.

Todos se quedaron juntos, mientras avanzaban lentamente, solo podían oír sus respiraciones.

—No te separes de mi—Sostuvo fuertemente su mano y empezaron a caminar más rápido.

Estaban buscando el numero. Aquél noventa y dos que habían visto en sus sueños.

—Noventa y cuatro—Dijo harry mientras apresuraba el paso.

—Harry...

—Noventa y cinco.

—Harry—Hablo Clarissa.

Harry se detuvo y la miro. Ella podía ver sus desesperación en su rostro.

—Debemos permanecer juntos, no podemos separarnos.

—¡Debería estar aquí!—se estaba empezando a desesperar.

—Harry...—Hablo meville viendo un punto fijo—esta tiene tu nombre...

Y fue ahí cuando lo vio, la bola de cristal.

Harry la sostuvo en sus manos.

—El único con poder para poder derrotar al señor tenebroso se acerca,—la voz provenía de aquella bola de cristal—y el señor tenebroso lo reconocerá como su igual, pero el tendrá un poder que el señor tenebroso no conoce, pero ninguno de los dos sobrevivira si el otro sobrevive, por eso la necesita, necesita a la chica, sin ella, el señor tenebroso nunca tendrá la Victoria, la joven Johnson es la clave....

La piel de ambos se puso de gallina.

—¡Harry!—habló Hermione.

Se podían escuchar pasos, los chicos se prepararon y se pusieron en posición.

Y fue ahí cuando apareció, el mortifago con máscara puntiaguda, clarissa abrió grande los ojos y harry se puso enfrente de ella para protegerla.

—¿Donde está sirius?—Dijo harry apuntando con su varita.

—Potter, ya debería saberlo—Había otro mortifago a su lado, pero este tenia una máscara diferente—Potter, ya deberías aprender la diferencia entre los sueños y la realidad—se quito la máscara y era nada menos que Lucius Malfoy—solo viste lo que el señor tenebroso quería que vieras...ahora dame la profecía y a la chica.

—No are eso—Hablo.

Una risa bastante diabólica se escuchó.

—¡El sabe jugar!—Neville se quedó pálido—el lindo y pequeño bebe, Potter.