Tʀᴀɪᴅᴏʀ ᴅᴇ sᴀɴɢʀᴇ (Draco Malfoy) || Libro 2 y 3

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴄᴜᴀʀᴇɴᴛᴀ ʏ sɪᴇᴛᴇ

Draco intentó concentrarse, no quería acostarse con ella, solo la besó, y la besó, hasta saciar la sed de Pansy.

Pero ella quería más que besos, pero draco no quería, fue así como se separó de ella y se sentó al borde de la cama.

—¿Que pasa?—Dijo pansy.

Draco se acomodó su ropa.

—Nada, pansy.

—¿Seguro?—Dijo—Pensé que querías...

—Debo irme.

Pansy abrió los labios.

—¿Que?¿por que?.

Draco no dijo nada, y empezó a caminar hacia la puerta.

—Hay alguien más, ¿no es así?....

Eso hizo que draco se detuviera en seco.

—No.

—¿Entonces por que me evitas?¿Por que no me tratas como antes?.

—Me tengo que ir.

Fue lo último que dijo para después salir de la habitación.

Desde aquel beso con clarissa, desde aquella sensación que se estaba formando dentro de el, ya no quería estar con ninguna chica, ninguna que no fuera clarissa.

Pero ahora no era momento de pensar en los sentimientos, si no que ahora sentia una gran carga en su pecho, por haberse enterado que fred había engañado a clarissa.

Tenia que decirle pero tampoco era su decisión hacerlo, sin embargo era su amiga.

Pero tampoco quería verla sufrir y llorar por un estúpida copiadora.

Tenia una batalla interna, entre el decirle y el no decirle.

Lo estaba atormentando, apenas tocó su comida, apenas habló con sus amigos, apenas puso atención en clases.

Camino por las pasillos, junto con blaise y theo, no tenía ni una idea de que platicaban, sin embargo el asentía como si todo estuviera bien.

Fue ahí cuando lo vio, fred weasley sonriendo junto con su gemelo, potter y los demás.

¿cómo podía estar riendo cuando sabe que ha cometido un error?.

¿como podía tener la mente tranquila?.

Sintio como su sangre hirvio, apretó sus manos hasta que sus nudillos quedaron blancos.

¿cómo era posible?.

Toda su vida odio a los weasley, pero ahora odiaba a uno en especial...

Fred Weasley.

Y no lo pensó, estaba decidido, tenía que decirlo, si no, el mismo le destrozaria el rostro a fred.

Camino hasta llegar a su sala común, cuando estaba apunto de subir las escaleras para el dormitorio de clarissa, sintió como un ardor horrendo se apoderó de su antebrazo.

Fue ahí cuando se quedó sin aire y abrió la ojos, sabia lo que significa:

Voldemort lo estaba llamando a través de su marca tenebrosa.

(•••)

1996

Eran las cinco de la mañana.