Capítulo 7

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Cuando Lena se fue al bosque, se sentía destruida, cada día se levantaba sin ánimos, no comía, y así seguiría porque ni siquiera John pudo hacerla comer durante esas dos semanas antes de que Kara finalmente se fuera.

Fue justo el día que Kara se iba, que ella se levantó, quería verla irse aunque en su corazón tenía esperanzas de que Kara se bajaría y correría hacia ella como sucedía en las películas que veían, pero no sucedió, la rubia simplemente se fue.

Tampoco la loba que siempre la rondaba pudo hacer que Lena comiese, para un licántropo, fuera cual fuere, el abandono de su pareja era siempre un shock, así que Lena terminó por recluirse con la manada, rehusándose a volver a su forma humana nuevamente.

Kara llegó a la cabaña, Mark por supuesto la estaba esperando.

—Tiene mucho dinero la señorita—dijo sonriente.

—No exactamente, pero igual trabajé estas semanas y tenía dinero ahorrado, así que de nuevo vine.

—Mejor para mí—dijo el hombre y Kara se echó a reír mientras desempacaba y tomaba las llaves que él amablemente le cedía.

—Tenga buen día Mark.

—Lo propio señorita Kara.

Ambos se despidieron y Kara corrió a desempacar y tomó sus llaves, su arma y salió corriendo al bosque  toda prisa, ella definitivamente encontraría a Lena, tenía que hacerlo.

Tengo que buscarla, incluso si no soy capaz de tener sexo ahora mismo con ella, eso no importa, ella siempre fue paciente...Dios por qué fui tan estúpida lo tenía todo...lo tenía todo y por cobarde, por perra miedosa la abandoné, pero haré lo que sea para que ella me perdone...

Kara se encontraba en el bosque, a ratos se agachaba y miraba el suelo—Por aquí—dijo decidida y se internó tan profundo en el bosque como fue posible—La....la manada estaba por acá....—dijo corriendo hacia donde semanas atrás había ido.

Ahí estaban, todos los lobos. Kara llegó soltando el arma dejándola caer detrás de ella en su correa—Vine en son de paz.

No pasó ni un segundo antes de que todos gruñeran hacia ella, los lobos que tanto la habían adorado ahora la miraban de forma amenazante.

—Protegerán a su alfa, ella no te verá, lárgate—dijo la voz masculina en su cabeza.

—No me iré—dijo Kara temblando, pero sin retroceder.—Que me coman si les da la gana, pero debo ver a Lena.—Kara miraba a todos lados sin saber de donde provenía la voz.

El enorme lobo macho apareció frente a ella, era imponente, no tanto como Lena, pero se le acercaba bastante.—Lárgate, ella no quiere verte, la heriste—ahora Kara sabía de donde venía la voz.

—No me iré, no me iré hasta que la vea.

Todos los lobos se colocaron detrás del enorme macho mientras aullaban y gruñían—Ellos saben que le hiciste daño...no puedes compensarlo, cuando más te necesitó...

—¿CREES QUE NO LO SÉ, CREES QUE NO ME DUELE?—Kara tiró su arma al suelo—Si me van a joder háganlo, pero no pienso moverme, ya tuve miedo antes y mira a donde me llevó, ahora no tengo miedo, así que o la veo o me comen, pero que sepan que tengo un sabor horrible y...y...—dijo neviosamente—¡Llevo días sin bañarme!

—No nos sorprende, te podríamos comer igual.

—¿Me estás diciendo cochina? Dios en fin, déjame ver a Lena, la necesito y ella también a mí...

—Ella no está.

—¿Donde está?

—Cazando, es la alfa ahora...antes no tenía tiempo pero ahora que está sola— dijo la voz en su cabeza enfatizando la palabra dolorosamente— puede ser la alfa.

Wild CreatureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora