Kara no se creía lo que veían sus ojos, pensaba que había muerto y estaba en el cielo, o quizás esto era el infierno. ¿Pero acaso importaba? Ella lo que más deseaba era estar con Lena, daba igual en donde.
—Le-le—se quedó callada llorando, cerró los ojos con fuerza y su voz salió dolorosamente insegura—¿Esto es real?—preguntó, sus labios temblaban.
—Sí, lo es—respondió Sam con un nudo en la garganta—Lena no sabe hablar y no parece reconocer a nadie, pero a ti y a la bebé sí, nos intentó morder y matar a todos hasta que le dejamos camino libre y se metió contigo a la cama.
Kara abrió los ojos y allí estaban esos ojos verdes, mirándola de forma intensa. Levantó su mano sin saber lo que le esperaba y acarició el rostro de Lena, entonces lo sintió, el vínculo regresaba con más fuerza que antes.
Lena tomó su mano con algo de torpeza, agarró su muñeca y comenzó a olerla. Restregaba su mejilla contra la palma de Kara. Luego la olió confundida, la mujer olía delicioso, también raro. Lena olfateó su panza con insistencia y luego miró a Lori mientras ladeaba la cabeza. Enseguida su vista cambió de Lori al espacio en la cama que había entre ambas mujeres.
La cachorra lo entendió y saltó emocionada hacia la cama, acurrucándose con ellas.—Mamis—susurró muy feliz, podía sentir el calor de ambas irradiar hasta su pequeño cuerpecito. La pequeña suspiró cerrando los ojos, tenía ojeras aún con su corta edad, producto del estrés y el dolor, de todo el tiempo sin dormir.
Lena la miraba, podía saber que la cachorra quería descansar, podía saber que era suya, al igual que esta mujer. Ambas eran suyas, y se sentía bien, incluso si no sabía quienes eran sabía que las quería cuidar.
Se acomodó más cerca de Kara y la olfateó aún más insistente. Sam miró la interacción con su corazón caliente y emocionado, era Lena, definitivamente.
—Tu mujer necesita comida—le dijo a Lena, que la miró sin entender, así que Sam recurrió a la forma en que sabía que la licántropo entendería al instante, le mostró mentalmente la escena de Kara comiendo y acariciando su pancita después de comer.
La pelinegra la observó rehusándose a salir del lado de la rubia y de su cachorra, mostró los dientes afilados y comenzó a gruñir de tal forma que los vellos de la nuca de Sam se erizaron. La Arias no necesitó más palabras, le ofreció otra escena mental, una donde ella misma buscaba comida para las tres mientras Lena se quedaba con ambas.
Kara las miraba cansada, sin querer moverse, como si pensara que si se movía todo desaparecería. Lena olió su miedo y la abrazó acercándolas todo lo que podía a la niña y a ella, quien se despertaba feliz, miraba a sus madres sonriente y se volvía a adormecer.
Todos permanecieron callados hasta que observaron a Kara dormirse con debilidad y a Lena colocarse protectoramente con ella y su hija.
—Están a salvo—dijo Lilian—Vámonos a la sala, que las omegas preparen comida, mucha.
Tanto Lilian como Eliza tenían nudos en sus gargantas, casi habían perdido a sus hijas para siempre, el miedo era tan palpable que parecía un muro sólido de realidad.
Marcus en la sala de estar parecía un cachorro, sus ojos brillaban con lágrimas—Está de vuelta, ambas estarán bien ahora, también Lori y el bebé.
Un grito desgarrador se oyó de un momento a otro, era la voz inequívoca de Kara, luego se oyó a Lori llorar. Todos corrieron al cuarto temiendo lo peor.
Lena estaba mirando a Kara retorcerse y sujetarse la panza, Lori miraba a su madre con temor pensando que no podía perderla después de lo que le había pasado a su otra madre. Lena la tomó en brazos de forma protectora y se dedicó a olisquear a Kara temerosa, se sentían sus nervios. Olfateó profundamente, lo que causaba los dolores era el cachorro, pedía comida.
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Wild Creature
FanfictionLena es parte de una raza tan antigua como el tiempo, los licántropos, seres que pueden transformarse en lobos, o algo en el medio, mitad hombres mitad bestia, estos seres conviven codo con codo con los humanos, escondidos en las sombras, manteniend...