Capítulo 30

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Sam miró a Kara con seriedad, ambas estaban sentadas frente a frente. El ambiente estaba ligeramente tenso, pero al final la rubia tuvo que ceder un poco.

—Entiendo, como no te imaginas, por lo que pasaste—comenzó la Arias—Y sí, Lena da miedo cuando se enoja, hasta yo que soy licántropo lo sé—Sam suspiró—La razón por al que ella se peleó con nosotros es más compleja de lo que te imaginas, ella no se peleó sólo por pelear.

—¿Por qué se peleó?—Kara estaba curiosa, realmente, miraba a Sam con desconfianza pero necesitaba saber.

—Porque ella antes de que eso pasara nos había dicho que te protegiésemos, y yo...le dije que era su culpa también—dijo suavemente—No lo fue...ella estaba en cama con heridas muy severas, y nos pidió algo importante, te cuidamos, pero no lo suficiente...

Kara no sabía eso, por supuesto que no, había tanto que de hecho ella no sabía...Observó las expresiones de dolor de Sam, sabía que decía la verdad pero aún así...

—Ella intentó forzarme—dijo con tristeza—Yo no recuerdo mucho, la mayor parte parezco un hámster asustado, y ella lo empeoró—tragó pesadamente, no sabía por qué, pero se sentía ¿Triste?—Yo no puedo estar con ella ahora mismo, no puedo permitirla y mucho menos después de lo que hizo.

—Está bien, ella de todos modos no creo que venga—Sam sabía que sí lo hacía pero no podía decirle a Kara—Y aunque lo hiciese no creo que siquiera te mire, sabe que le temes y bueno...eso para nosotros es algo terrible.—La Arias se removió en su asiento de forma incómoda—Ella sabe lo que hizo, quiere que intentes ser feliz.

Kara asentía suavemente—Agradezco sus intenciones, pero no creo que pueda serlo, primero Imra, luego ella...recién—dudó—recién he tomado valor hace poco de salir cerca a recoger flores o algo así...pero no me atrevo a ir más allá.

—Tienes miedo lo entiendo—dijo Sam y suspiró, ver a Kara así era desalentador, y ella no haría que la rubia se sintiera forzada a nada.

Nia tomó con suavidad la mano de Kara, era temblorosa—¿Mami Kara quieres ver algo?

—¿Uh qué?

Nia se transformó en un pequeño lobo, Kara brincó en su asiento con pánico y luego vio a la pequeña loba agacharse y cubrirse la cara con sus patitas.

—Es Nia—dijo Sam acariciando a la cachorra—Nosotros aunque nos transformamos, seguimos siendo nosotros, por eso nadie te ha atacado.

—Pero Imra...

—Imra, creemos que perdió a su pareja, nos podemos volver locos o morir cuando eso pasa y dejamos de ser capaz de controlarnos en nuestra totalidad.

Nia volvió a su forma de niña—¿Mami? Si...si me transformo de nuevo t-tú...¿Podrías acariciar mis orejitas?

Kara la miró, insegura de por qué la niña siempre le decía mami, pero asintió en un intento por apartar sus miedos, después de todo la niña era una cachorrita.

Cuando Nia se volvió a transformar comenzó a mover su colita alegre dándole a Kara su espacio mientras la miraba con sus ojitos de cachorra convincentes. Sam se reía internamente mientras la niña y ella hablaban. "Maldita mocosa, de adulta serás de temer, manipuladora".

"Intento que no tenga miedo, todos los cachorros son lindos, lo uso a mi favor".

Y funcionaba, poco a poco Kara extendía su mano hasta que hizo contacto con la pequeña cachorra, que se dejaba acariciar por la temblorosa mano de la rubia y luego la lamió cariñosamente, mostrándole que los lobos servían para algo más que para matar.

Wild CreatureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora