Vuelven las clases y yo intento concentrarme como sea. Pasan los días y yo evito a Dani a toda costa, incluso voy a Daisy's cuando su turno aún no ha empezado para no tener que encontrármelo. Sé que, tarde o temprano, tendré que hablar con él, pero aún estoy pensando lo que le voy a decir.
Matthew, por lo que se escucha en el pueblo, sigue en la cárcel a la espera de un juicio para condenarle por sus delitos. Sería por uso de drogas, amenazas y homicidio; el pack completo. En comisaría nos dijeron que nos llegaría una carta en breves con el día que declararemos en el juicio, pero de momento solo nos queda esperar, ya que el proceso es muy lento.
Llega el viernes por fin y me despido de mis amigas al salir de clase. Voy a buscar a mi hermana cuando me encuentro a Liam por el camino. Cuando éste me ve, viene a mi encuentro y nos abrazamos.
–¿Cómo estás? –pregunto preocupada.
–Bien, estoy bien –me guiña un ojo–. Abby me está ayudando mucho a superarlo.
–Ya veo... –sonrío pícaramente.
–Es una suerte que la haya encontrado, sé que es el amor de mi vida.
–¡No sabía que eras un romanticón! –bromeo.
–Pregúntaselo a mi novia –dice mirándola porque ve que se acerca por el pasillo.
Se dan un beso corto en los labios y me miran con una sonrisa.
–¿Qué tenéis planeado para hoy, parejita? –pregunto divertida.
–Vamos a cenar juntos a la playa –responde Abby–. Liam me ha dicho que se ha encargado de todo.
–¡Oh, qué bonito! –sonrío de oreja a oreja– Pues disfrutadlo mucho que os lo merecéis.
–Gracias guapa.
Él me da un beso en la mejilla y se van los dos charlando animadamente. Sin duda son la pareja más cursi, pero más bonita y verdadera del instituto.
De repente, alguien me abraza por detrás y sé quién es. Levanto a Clara del suelo y la cargo como una bolsa de patatas. Ella grita y ríe mientras la gente se nos queda mirando, pero no nos importa.
Cuando vamos de camino a casa, de pronto, me dice:
–Tengo hambre, ¿podemos ir a Daisy's?
Mierda. Es por la tarde y estará Dani, mala idea...
–Mejor vamos mañana, ¿vale?
–Noo, porfa...
Me pone su cara de pena y me cuesta decirle que no.
–Ves tú después con mamá, yo tengo que estudiar.
–Aunque tuvieras exámenes siempre íbamos a Daisy's.
Chica lista.
–Lali, por favor... Ya he aguantado muchas sesiones de la psicóloga, me merezco un premio.
–¡Ni se te ocurra hacerme chantaje emocional!
Vuelve a poner los ojos grandes y su mirada de ternura, así que solo me queda asentir y ella responde:
–¡Bien!
Ella salta y baila mientras me río y vamos directas a la cafetería. Entramos y nos sentamos en el mostrador con nuestros preciados donuts recién horneados. Los devoramos con muchas ansias mientras Daisy viene hacia nosotras y nos da un cálido abrazo.
–¿Queréis algo más? –nos pregunta.
–¡Dos batidos de chocolate! –exclama Clara contenta.
–Marchando.
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SIEMPRE FUISTE TÚ
RomanceLaia vive en Camden, un pequeño pueblo del estado de Maine, donde todos se conocen. Empieza su último año de instituto junto a su grupo de amigos antes de marchar a la universidad, donde quiere ejercer de artista y abrir su propia galería. Pero tend...