27. El veredicto

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Llega el día del juicio y todos mis amigos, incluido mi novio Dani, están esperándome en el salón de mi casa. Mientras tanto, mi madre me está ayudando a elegir la ropa. Me señala una blusa blanca con unos pantalones negros elegantes, yo asiento y me lo pruebo todo. Ella abandona mi habitación y regresa segundos después con unas manoletinas negras que me conjuntan muy bien.

–Gracias –pronuncio.

Ella me da un abrazo y deposita un beso en mi frente.

–Todo saldrá bien, Laia. Solo tienes que decir la verdad.

Yo asiento sin poder pronunciar nada más y siento un agujero en mi estómago, pero no puedo comer nada porque sé que si no vomitaré.

Bajamos las escaleras y ya estamos listos para irnos. Le doy la mano a mi hermana y salimos todos por la puerta. Nos montamos en los coches y vamos de camino al juzgado. Estoy muy nerviosa porque nunca he ido a un juicio y, encima, tengo que declarar. 

Observo a Clara que está mirando por la ventana, no ha dicho nada en toda la mañana. Ella también tiene que declarar, aunque por suerte estará acompañada de mi madre.

Me acerco a ella y le doy un beso en la frente, me sonríe y vuelve a mirar por la ventana. Espero que todo vaya bien, no sé qué haría si Clara se derrumbase.

Aparcamos enfrente de la puerta de entrada y nos bajamos, veo a mis amigos aparcando y Dani ya nos está esperando a unos metros de distancia. Voy hacia él y me abraza con fuerza.

–Todo irá bien, Pequis.

–Lo sé, porque tú estás conmigo.

Nos sonreímos y me da un beso corto en los labios. Seguidamente, me coge de la mano y yo agarro la de mi hermana para que no se sienta sola. Entramos y nos sentamos en la sala de espera antes de pasar por la puerta que tenemos delante, que es la del juicio.

–Voy al baño –dice mi hermana.

–Te acompaño –contesta mi madre.

–Puedo sola.

Clara se va sin esperar respuesta de mi madre y yo frunzo el ceño. Mi hermana se está comportando de forma extraña, espero que no le pase nada grave.

Dani sostiene mi mano mientras esperamos pacientemente. Observo alrededor donde Abby está acariciando el cabello de Liam, Brooke está hablando en susurros con Josh y mis padres se acarician las manos.

Ya han pasado más de cinco minutos y mi hermana aún no ha aparecido, ahora es cuando empiezo a preocuparme de verdad. Miro el pasillo, pero no viene nadie. Dani me aprieta la mano y le miro.

–¿Pasa algo? –me susurra.

–Aún no ha vuelto Clara.

Él asiente al ver mi preocupación y se levanta conmigo, yo anuncio a los demás que enseguida volvemos y caminamos rápidamente por el pasillo hasta llegar a los baños. Dani se queda esperando fuera mientras yo entro al de mujeres, y la veo.

–¡Clara! ¿Qué te ocurre?

Está en el suelo con lágrimas en los ojos y respira a toda velocidad.

–No... puedo... respirar...

Yo abro los ojos como platos, si no me equivoco mi hermana está teniendo un ataque de ansiedad. Está temblando y le cuesta respirar, pongo una mano en su corazón y el ritmo cardíaco es muy elevado.

–Tengo miedo –me dice sollozando.

De repente, oigo la puerta que se abre y Dani aparece. Cuando nos ve en el suelo, corre hacia nosotras y enseguida sabe lo que está pasando.

SIEMPRE FUISTE TÚDonde viven las historias. Descúbrelo ahora