Flame | chanmin

- 05 I -

¿Estás bien?

-- ¿Amor?

-- Hola, Innie, ¿podemos vernos hoy? Yo... Mis padres tienen un viaje de trabajo, así que no habrá nadie en casa hasta mañana en la noche, mi hermana también saldrá.

-- ¿Quieres que vaya ahora?

-- Mientras antes mejor... Necesito estar contigo.

-- Entonces apenas prepare las cosas voy. Te quiero, Seung.

-- ... Yo también te quiero, amor.

Suspiró, mirando el contacto en la pantalla que mostraba que la llamada ya había sido finalizada.

Seungmin se sentía extraño, podía percibirlo en su forma de hablar.

No quería pensar demasiado en eso, recién había vuelto a casa y en aquel momento había un montón de pensamientos que no dejan de rondar su cabeza y la sensación de estar abrumado y sentirse mareado era algo que estaba haciéndole sentir incómodo.

Se miró al espejo con las manos apoyadas en el lavamanos, en esa posición observó su rostro, alzó la cabeza y se miró el resto del cuerpo, completamente erguido.

Un suspiro se le escapó de entre los labios antes de apartarse, buscando la mochila para meter todo lo necesario antes de dirigirse a casa de su novio. Admitía estar un poco asustado, luego de las palabras extrañas y sin ánimos que Seungmin dijo en llamada.

¿Por qué no sonaba entusiasmado cuando por fin tenemos la casa sola para los dos?

Estaba tenso.

Su caminata a la casa de Kim fue apresurada, sin darse cuenta de las ansias que tenía por verle de una vez, luego de media semana donde apenas habían intercambiado unas cuantas palabras y un par de besos, despidiéndose porque Seungmin parecía un poco ocupado con la universidad esa semana.

- 05/1 S -

Le picaban las manos de puros nervios al saber que en cualquier momento Jeongin iba a encaminarse a su casa e iba a tocar esa puerta.

Tal vez no lo pensé suficientemente bien, pensó, llevándose las manos a la cabeza, sacudiendo con desespero sus cabellos, quizás todavía no estoy listo para hablar con él sobre esto. Dejó caer el trasero sobre el sofá de la sala, dejando escapar un fuerte suspiro lleno de frustración, echando la cabeza hacia atrás.

Y pudo escuchar rebotar en las paredes de la habitación el vibrante ding dong que significaba que Jeongin ya había llegado.

No, es muy pronto.

¿Por qué llegaste tan pronto?

Volvió a sacudirse los castaños cabellos, esta vez más rápido, más ansioso. Dos respiraciones profundas y soltó todo el aire que pudo de sus pulmones, tratando de que este se llevara también sus nervios.

Y se apresuró a ir corriendo a la puerta, abriendo esta para dejar ver a su novio tras ella.

Esa bonita imagen. Para Seungmin, ver a Jeongin del otro lado del marco de la puerta principal de su casa siempre era una bonita imagen.

-- Entra, amor, entra por favor -- tomó la mochila que cargaba en sus hombros, dejando espacio para que el más joven ingresara a la casa también. Tras su espalda cerró la puerta y puso seguro porque nadie más entraría a la casa por hoy, y llevó a Yang a sentarse al sofá, sentándose a su lado con una mirada boba sobre el rostro del más joven.