Flame | chanmin

- 43 S -

Dos oscuros pozos, un refugio

Dormir menos de tres horas no debía siquiera ser legal. Tener que levantarse a atender la puerta porque alguien la estaba golpeando luego de haber sido ignorado el timbre tenía que ser delito.

Apenas abrió los ojos entremedio de toda la pereza, el cansancio y el dolor que se había acentuado dentro de su cabeza por el despertar antes de tiempo, removiéndose en la cama cuando sintió a su madre levantarse a su lado, alertado, tomando asiento de golpe mientras la veía abrigarse y salía de la habitación.
Ignoró el dolor aumentar en la sacudida al alzarse de manera imprudente y siguió a su madre, una distancia de unos cuantos pasos tras ella para escuchar a quién le atendía la puerta.

-- Buenos días, oficial Yoon de la estación de policías de Gangbuk -- le escuchó presentarse cuando la puerta abierta dejó a la vista a un hombre uniformado. -- ¿Es esta la casa de Kim Seongnam?

-- Sí -- respondió su madre, Seungmin ladeando un poco el cuerpo hacia un costado para tener mejor visión de aquel hombre. -- ¿Tienen noticias de él? -- lo vio asentir.

-- Aproximadamente a las seis y cuarto de la mañana se dio aviso a la estación de un choque contra un poste del tendido eléctrico -- Kim sintió su estómago contraerse, la mirada atenta sobre los dos más adultos, el hombre tomando entre sus manos algo que parecía ser el reporte de la llamada o algo que parecía resumir el caso. -- Se procedió al lugar y se encontró al único implicado en estado de ebriedad.

-- ¿Está bien? -- preguntó su madre, la voz cargada de preocupación incluso cuando parecía mantener la compostura, firme en su sitio.

-- Sufrió lesiones menores, fue atendido en el centro médico más cercano y llevado a la estación, hasta este momento no se a procedido con el caso debido a su estado. Lo único que puedo decirle de él hasta el momento, es que debe quedarse en celda al menos hasta mañana.

-- Entiendo...

-- ¿Necesita conocer los detalles para ir a–

-- No -- la respuesta detuvo al hombre, y llenó a Seungmin de curiosidad, aún pendiente de la conversación desde atrás, sin pasar desapercibido, -- él tiene una denuncia de nuestra parte, mantiene una orden de alejamiento vigente con mi hijo y conmigo.

-- Comprendo su situación.

-- ¿Él ahora...?

-- Como le mencioné anteriormente, aún no recibe los detalles del delito, pero fácilmente deberá pagar una multa por daños a instalaciones públicas, además de cumplir con las condenas impuestas por conducir en estado de ebriedad y los delitos efectuados que se puedan demostrar.

-- Vaya -- soltó con decepción, -- supongo que viene un proceso largo. Me acercaré a la estación para regular la manera en la que pueda conocer su estado, además del avance de la denuncia.

-- Es lo recomendable.

El hombre se despidió de manera formal luego de aquello y con ello su madre respondió de la misma manera, un suspiro audible salir por entre sus labios cuando la puerta fue cerrada finalmente.
Seungmin no tardó en acortar la distancia entre ambos con trancos largos, su madre alzando la mano a acariciar su mejilla sana cuando la mirada curiosa de su hijo se plasmo delante de ella, volviendo a escuchar un suspiro que esta vez fue más discreto.

-- ¿Qué va a pasar con él ahora?

-- No estoy segura, aún tenemos que esperar para saber.

-- Pero... ¿puede ir a la cárcel? -- ella negó, alzando un poco los hombros.