Flame | chanmin

- 49 S -

Felicidad: tú

Durante todo el trayecto fueron en silencio, Chris no había dado indicios de querer hablar mientras cubría su rostro con la mirada en el suelo, vistiendo el gorro de la sudadera. Seungmin, observando la expresión ligeramente ida en el rostro del mayor de los dos, sólo podía pensar en la alta probabilidad que había de que quisiera pensar en lo sucedido, en lo que había presenciado y en su reacción que parecía no comprender del todo según sus propias palabras.
Sólo se había limitado a acariciar el dorso de su mano izquierda con los dedos enlazados a los ajenos, mostrando en aquel gesto todo el apoyo que en ese momento podía necesitar. Era lo mínimo que podía hacer por él, mientras parecía tan absorto en sus pensamientos.

El viaje en autobús no fue demasiado extenso y en menos de treinta minutos ya estaban caminando el trayecto faltante al apartamento, sin soltarse las manos, Chris mucho más tranquilo desde que había comenzado el viaje aunque aún oculto; al menos las lágrimas ya no parecían caer por su rostro, acción que lucía tan contra a la voluntad del más bajo.

Nunca lo había visto llorar antes, la expresión en su rostro que seguía dando vueltas en su mente incluso cuando subían al cuarto piso del viejo edificio. Sus ojos ligeramente rojizos era algo que no esperaba encontrar cuando buscó entender el repentino abrazo sin palabras que Chris le había dado en aquel estrecho pasaje iluminado artificialmente.

La mano libre del vocalista tomó la llave entre sus dedos, dejando el paso libre al apartamento, Seungmin caminando tras de él y cerrando la puerta cuando ya habían ingresado los dos.
No soltó su mano, incluso mientras quitaban sus zapatillas y las dejaban en el costado de la entrada, buscando no hacer demasiado bulto para cuando llegara el resto de residentes, aunque no fuera esa noche.

Estuvieron en silencio parados uno frente al otro aún junto a la entrada, sin decir nada, los ojos de Seungmin sobre un rostro que no terminaba de mostrarse, la mirada de Chris en el suelo antes de dejar ir un suspiro agotado, alzando la mano disponible tras su nuca, colándose por entre la tela de la sudadera.

-- Chris -- murmuró suavemente el castaño, sorprendido cuando una vez más los brazos ajenos le apresaron, esta vez mucho más tranquilo, aunque con mayor fuerza, los brazos envolviéndole por la cintura mientras perdía ligeramente el equilibro y se recargaba con torpeza sobre la fría puerta.
Sus manos volvieron a posarse en su espalda, por la altura de sus omóplatos, hundiendo suavemente los dedos. -- Hey, ¿por qué no hablamos? -- cuestionó a baja voz, buscando entender un poco esa mente que le parecía tan confusa en aquel momento.

-- No tienes idea del miedo que sentí -- respondió con la voz ahogada debido a la posición en la que se encontraban.

-- ¿Por qué?

-- Porque te fueras con él -- aceptó sin rodeos, Kim frunciendo inevitablemente el entrecejo ante sus palabras.

Pensaba que podía estar algo molesto por la situación, sí, pero tampoco es que le encontrara demasiado sentido a sus celos excesivos por alguien que ya no era parte de su vida. ¿No había quedado claro que después de todo lo estaban intentando? ¿Que realmente le interesaba luego de dejar de lado todos los miedos de estar con alguien y que deseaba conocerlo a pesar de las diferencias que tenían sobre cómo vivían sus propias vidas?

Iba a regañarle un poco, porque quería que entendiera que estaban intentándolo seriamente a pesar de todo, que no tenía sentido que desconfiara de él creyendo que iba a huir de un día a otro con su ex pareja o con quien fuera, siendo tan posesivo y absurdamente celoso. Pero cuando se apartó y volvió a notar la humedad en esas mejillas se retractó, asombrado con la capacidad que Christopher tenía para llorar tan silenciosamente, la imagen removiendo su pecho con preocupación.