Flame | chanmin

- 52 S -

Por ti: tus anhelos

Sus pulgares se arrastraban sobre la pantalla táctil de su móvil, donde sus ojos viajaban de un lado a otro persiguiendo a su propio personaje dentro del parámetro. Había descubierto esa misma semana el videojuego mmo de combate compatible con el equipo electrónico entre sus manos, el cual había capturado por completo su atención y se había ganado gran parte de su tiempo libre. Todo debido a Felix, a quien había visto jugar en uno de los recesos mientras se encontraba en la universidad y había terminado pidiendo a su pareja que, mediante un mensaje, consiguiera el nombre del videojuego que le llevaba dando vueltas en la cabeza durante todo aquel día.
Sólo le quedaba la última evaluación, y agradecía haberse tomado el tiempo necesario para estudiar debidamente, porque ahora se había sumido completamente en las mecánicas de jugabilidad de aquel videojuego de personajes llamativos y efectos impresionantes.

Se habían encaminado a la universidad temprano a pesar de que él sólo tenía un examen pasado el medio día, porque Bang tenía temas pendientes sobre la entrega de documentos de las ayudantías, además de una reunión que Seungmin no había terminado de comprender del todo, enterándose apenas de que el mayor también solía involucrarse en los asuntos que se relacionaban a los eventos extra-académicos, tal como esa vez que los vio sobre el escenario.

Insistía, ¿acaso había algo que no hiciera bien? Llegaba a ser desalentador, mientras él esperaba por el chico del otro lado de la puerta, jugando un videojuego en el que siquiera era lo suficientemente bueno.

Resoplaba con la espalda recargada sobre la fría pared, justo frente a la puerta cuando la escuchó abrirse gracias al escaso bullicio debido a la hora. Y alzando la mirada pudo encontrar a cierta distancia a su novio salir de la oficina de directivos; una gorra negra le cubría el cabello al igual que cuando salieron de casa, la camiseta blanca sin mangas ceñida al cuerpo y el pantalón corto de color negro. Pestañeó con rapidez de manera inevitable cuando los pensamientos que tenían por protagonista a su pareja inundaron su mente, bajando la mirada de vuelta a la pantalla mientras correspondía de manera torpe a la linda y sincera sonrisa que le regalaba. 

Odiaba esa faceta suya siempre que estaba con él. 

Tan avergonzado, a pesar de todo lo que habían hecho hasta ahora. 

La odiaba, desde que Christopher Bang se dedicaba a abrir la boca para soltar cosas vergonzosas sin sentido, sin importar quienes estuvieran cerca.
Con él, era mantenerse alerta constantemente, al menos mientras terminara de acostumbrarse a su impetuosa necesidad de hablar sin filtros.

-- Mm -- con claridad fue capaz de discernir la molestia atorada dentro de la garganta del más bajo, volviendo a alzar la mirada para encontrarse con unos ojos de reproche que le miraban fijo, la distancia entre ambos que en aquel momento parecía demasiado escasa. 
Aún no acostumbraban a mostrar excesiva cercanía en público, incluso si Bang parecía en contra de aquella decisión. 

-- ¿Qué pasa? 

No hubo una respuesta verbal, por el contrario, Chris sólo tensó más las cejas mientras su mirada parecía pasear desde los ojos a las manos del menor, un ir y venir lento mientras su rostro comenzaba a tornarse infantil. Seungmin ladeó un poco la cabeza, confundido por su actitud, dejando finalmente en segundo plano el móvil entre sus dedos. 

-- ¿Chan? -- insistió. 

-- Has jugado a esa cosa toda la noche, hoy jugaste esa cosa durante toda la mañana. ¿Dejaste de quererme por un juego? -- la sorpresa se reflejó en su expresión ante sus palabras, observando el pequeño puchero que comenzaba a formar al abultar su labio inferior, aún bastante próximo a él. Dios, si es un niño, y no pudo evitar reír, cubriendo su boca con el dorso de la mano izquierda, tan divertido como enternecido. -- ¿Por qué te ríes? Te lo digo muy en serio.