Flame | chanmin

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El empecinamiento de Lee

Mensajes y llamadas que no habían sido contestadas para nada, un par de palabras apenas intercambiadas y la breve conversación que intentó mantener con el castaño donde se había enfocado más en el guitarrista de la banda que en él, era todo el contacto que había conseguido desde que había ocurrido el incidente en su casa.

Todo parecía ir en su contra, había terminado por fin la práctica y con ello creyó que iba a estar más tiempo junto al menor, el cual era un deseo que genuinamente ansiaba cumplir, pero todo se desmoronó de pronto. Incluso ser su ayudante era algo que ya no existía porque el viejo que era su maestro había optado por rotar a los ayudantes en los tres trabajos que harían en aquel semestre, una decisión estúpida, pensó, aún más porque le perjudicaba horrible.

La sola idea de tener a Seungmin lejos era más desagradable de lo que hubiera esperado, acostumbrado a su presencia y lo que hacían juntos desde que su relación se había estrechado.

Y ya no sabía qué hacer, tratando de no sobrepasar los límites luego de aquella promesa que había hecho hace un tiempo, pero que tenía plasmada en su conciencia: ya no iba a molestarlo, ¿por qué había hecho esa estúpida promesa? Ahora que Seungmin parecía ya no aceptar tenerle cerca.

Paseó por los jardines con Bin a un costado, sabiendo que el propósito de estar el día viernes en la universidad no tenía otro más que beber y bailar un poco, para Changbin probablemente llevar a alguna chica al apartamento si es que le parecía lo suficientemente encantadora o sexy, ¿para él?, si es que lo encontraba, tratar de hablar con Seungmin. Estúpidamente.

Las cosas en el piso inferior se elevaron rápido y el ambiente no tardó en ser de fiesta completamente, las mujeres con soltura bailaban a su alrededor, causando cierta elevación de su ego de manera inevitable.
A pesar de sus intenciones, no iba a negarse al hecho de bailar con mujeres que le parecían atractivas, menos si la única persona con la que quería bailar sinceramente en ese momento le estaba evitando tan descaradamente.

Bailó por un momento, hasta que el bajista lo empujó suavemente mientras seguía moviéndose al ritmo de la música, arrastrándolo con él fuera del tumulto excesivo de gente, frunciendo el entrecejo por ser empujado fuera.

-- ¿Qué piensas hacer? -- habló a su oído Changbin junto a él, una botella de cerveza en la mano y una euforia característica de su personalidad fiestera. Bang ladeó la cabeza en busca de que se explayara sobre el tema que le hablaba, ajeno a lo que quería decir, -- la chica con la que estabas -- era primera vez en días que se atrevía a hablar de la "chica" del apartamento. -- ¿La llevarás de nuevo hoy?

No tienes idea lo que me encantaría.

-- No -- respondió de la misma manera, alzando los hombros a la par.

-- ¿Terminaron?

Fue inevitable no soltar un suspiro a sus palabras, blanqueando la mirada antes de responder, incómodo.

-- Deja de decir eso, Seo. ¿Cuándo no ha sido sólo sexo? -- el pelinegro alzó los hombros.

-- Es la primera que obtiene tantas consideraciones de Bang, ¿no?

-- Deja de joder, ¿quieres?

Changbin alzó ambas manos en el aire, una completamente extendida, la otra aún sosteniendo la botella, gesto que quería reflejar inocencia de su parte. Y se fue con una sonrisa burlesca, dejándolo solo. Frustrado se peinó el cabello hacia atrás, volviendo a meterse entremedio de las personas, en aquella zona que todos habían definido de manera no verbal como la improvisada pista de baile.