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Ideales y principios

Seungmin paseó despacio la mirada por entre las cosas de la cocina, tomando un cuchillo de hoja lisa para comenzar a picar con cuidado algunas de las frutas ya lavadas que había encontrado dentro de la nevera, apenas duraznos, uvas y un pomelo, lo cual no era demasiado. No estaba seguro de si era una buena combinación, pero era lo que había.
Agotado se había dormido apenas habían dejado de hablar, por lo que desconocía a la hora que había logrado dormirse el mayor, o siquiera si había seguido acostado luego de que él cayera rendido. Lo cierto es que habían dormido juntos, porque seguía sin despertar entre las mantas de su cama, la respiración pesada pero lenta, reflejo de su estado.

Había terminado corriendo a sus brazos de vuelta cuando hubo apenas un momento en el que se sintió débil, en busca de un refugio que anhelaba pero que no sabía que obtendría. Estaba tan agradecido de haber sido recibido que trataba de preparar el desayuno para compartirlo, aunque para el común de las personas no necesitara demasiado esfuerzo.

Cuando terminó con ello puso el agua a calentar, limpiando sus manos antes de retirarse al baño. La mirada apagada reflejada en el espejo, los párpados inflamados, la mejilla menos coloreada; se sintió patético y la pesada bola de la culpa volvió a depositarse dentro de su estómago, una sensación amarga que ansiaba poder escupir mientras lavaba su rostro. Sentía que lucía horrible y, tristemente, ahora último parecía lucir mucho de aquella manera.
Justo cuando salía del cuarto de baño se encontró a un somnoliento Bang salir de su propia habitación, los ojos pequeños y los labios abultados, suponía estragos del sueño. ¿Qué dirían sus fans ante una imagen tan tierna y desaliñada al despertar?, no pudo evitar sonreír suavemente ante su pensamiento, sonrisa que rápido desapareció cuando analizó bien lo que había pensado.

¿Tierno?

...

Sí, supongo que puedo decir ahora que es un poco tierno.

Kim volvió a la cocina para terminar lo que hacía, tomando la caja de refresco de la nevera que tenía el nombre de Chris en la tapa, dejándolo sobre la mesa, al igual que las frutas picadas, las tazas y el agua caliente sobre un plano protector de cerámica para no dañar la mesa. Pronto todo lo que creyó necesario estaba sobre ella, caminando a sentarse cuando Bang apareció por el pasillo, el cabello ligeramente húmedo peinado hacia atrás. Inevitablemente paseó la mirada por sobre su anatomía, de manera discreta antes de terminar por sentarse. Bang desconoció el acto, aún un poco adormilado a pesar de llevar la cara recién lavada.

Habían pasado dos semanas desde que no estaba en ese apartamento.

-- Buenos días, Seungmin.

-- Hola.

-- ¿Y esto? -- su pregunta fue un amable susurro, la mirada pendiente en la mesa.

-- Un... ¿agradecimiento? Bueno, robe todo de tu propia casa, pero supongo que es mejor que nada -- Bang no pudo evitar reír a su comentario, asintiendo apenas una vez bajo la mirada del castaño, tomando asiento.

-- Muchísimas gracias.

-- No es nada, come, come.

Pronto se dedicaron a desayunar con notoria calma, un silencio cómodo que envolvió el ambiente hasta que Chris decidió hablar.

-- ¿Estás mejor? -- la voz del vocalista fue suave, buscando alivianar el ambiente al entrar en un tema delicado. Kim no pudo evitar tensar los labios en una línea incómoda, asintiendo muy suave.

-- Estoy mejor -- su voz fue un susurro, llevando pequeños trozos de pan hasta su boca que partía con esmero.

Bang pareció dudar un poco a sus palabras, extendiendo un brazo en dirección del menor para tomar con suavidad de su mentón quien se lo permitió, observando su rostro con parsimonia, enfocándose en su mejilla maltratada; lucía mucho mejor después de una noche, a pesar de que aún vislumbraba las huellas del abuso físico.

Flame | chanminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora