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Una caótica semana de conquista

Jueves

Cuando el maestro entró al aula junto a los ayudantes ya definidos a principio de semestre, sus ojos inevitablemente se posaron en el chico de cabellos azules que atravesaba la puerta. Le había mirado de vuelta y dedicado una sonrisa discreta, pero el pesar en el estómago sólo lo incitó a bajar la mirada hacia los rayones que había dibujado a una orilla de la hoja de su cuaderno, buscando que la atención ajena se dispersara y no llamara la atención de nadie alrededor.

Era la última clase del segundo proyecto donde asistían los ayudantes del maestro, dos semanas antes de la entrega y, a decir verdad, trabajar con Kim Wonpil había sido más que agradable; él siquiera le había dado demasiada importancia a su primera falta, más que un par de preguntas sobre si estaba bien, incluso si ya no hablaban a diario como los primeros días: era consciente de que era principalmente su culpa, estar atareado con los sucesos que le rondaban hacía que de vez en cuando olvidara responder a todos los mensajes.

Se levantaron para separarse en grupos cuando el maestro dio la indicación y caminó hasta la salida con Jisung a su lado hasta traspasar el umbral de la puerta, en ella se separaron mientras Jisung refunfuñaba sobre lo mucho que le molestaba que los separaran porque en el otro grupo nadie le caía tan bien como para conversar con ellos. Seungmin evitaba recordarle que en realidad no tendría por qué estar hablando en clases, porque sabía que no lo entendería o que en realidad él tampoco le hablaba durante las clases porque no se callaba nunca.

Antes de que pudiera entrar al aula que le correspondía a su grupo, sintió ser jalado despacio de su camiseta, logrando que retrocediera el paso que alcanzó a dar en falso hacia adelante, volteando a mirar de quién trataba.

-- Bang... -- la sorpresa en aquel murmullo no pasó desapercibido, el mencionado con una sonrisa característica que resultaba amable sobre su rostro. Un semblante que desapareció por unos segundos cuando Wonpil caminó junto a ellos y compartieron apenas un contacto visual antes de que desviaran la mirada.

Había olvidado que, por alguna razón que desconocía, ellos dos no se llevaban bien.

Quizás Jisung ya me contagió, ¿qué puedo hacer?

-- ¿Por qué se llevan mal? -- preguntó cuando Wonpil entró al aula luego de regalarle una amistosa sonrisa al menor de los dos a la que Bang miró con desdén, volviendo la mirada a Seungmin al escuchar la pregunta.

-- ¿Con Kim?

-- Sí, con Wonpil sunbae.

-- Ya no lo llames así, no me gusta.

Nervioso miró alrededor, la mayoría de estudiantes estaban sentado ya en sus asientos así que no había forma de que repararan en ellos, pero no podía evitar la timidez que le causaba la cercanía de Bang y que rondara tan descaradamente cerca de su entorno, dedicándole su interés. A Kim le gustaba la atención de la gente, un poco, pero no ese tipo de atención.

-- No te acerques tanto, ¿no se supone que tendrías problemas actuando así cuando eres un ayudante?

-- Tienes razón -- afirmó de inmediato, contradiciendo sus palabras con sus acciones, acortando un poco la distancia con el castaño al dar un paso más en su dirección, Seungmin notoriamente inquieto buscó regular la distancia con el mayor al apoyar la espalda en la fría muralla del pasillo de la facultad, su mirada alerta en el peliazul. -- No debería, la verdad. Quizás me lleven detenido -- lamentó, abultando muy levemente el labio inferior por apenas un segundo. -- ¿Me irías a ver a la cárcel? -- comentó con gracia, mas sin burla.

Flame | chanminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora