Flame | chanmin

- 42 S -

Kim Seungmin es un niño

Los ruidos desde la primera planta de su casa le alertaron, dejando de prestar atención a la llamada del otro lado de la línea apenas unos segundos, sintiendo como si densos tapones le quitaran por un momento el sentido de la audición al exterior, estático. Sólo gritos apenas audibles a través de la metafórica capa que le dificultaba la audición.

-- Espera -- pidió, manteniendo el silencio por un momento, Bang callando completamente del otro lado. -- Debo bajar ahora, adiós -- comunicó con rapidez, siquiera esperando una respuesta de parte de Chris antes de cortar la llamada.
Ya estaba a medio camino de salir de su habitación cuando de manera torpe y apresurada guardó el móvil dentro de uno de los bolsillos de la sudadera, pasos que parecían tropezones llevándolo abajo.

Los gritos casi unilaterales se hicieron más fuertes a medida que avanzaba, y las escaleras parecían cada vez más largas y extensas, como si a cada paso torpe que daba bajando un peldaño, se sumara un peldaño en el extremo inferior, retardando llegar a su destino, sólo alejándolo.

En ese momento, era como si toda su percepción del tiempo fuera errónea, trozos de la situación pasando demasiado rápido, otros que parecían absurdamente lentos, casi eternos.

-- ¿¡Qué haces!? -- gritó ya a pasos de la cocina de su casa cuando la mano alzada de su padre amenazaba con furia a la mujer frente a su cuerpo, nuevamente las manecillas del reloj descontroladas dentro de su cabeza.

Un sonido seco demasiado rápido.

Un silencio sepulcral demasiado lento.

Lo único que salió de su garganta fue un grito cargado de enojo sin palabras comprensibles en primera instancia, sus manos tomando desde los hombros al hombre que desde hace semanas sólo lo reconocía legalmente como hijo, donde ninguna muestra de afecto había fluido dentro de su dañada relación.

-- ¿¡Qué mierda haces!? -- finalmente gesticuló luego de apartarlo con fuerza nerviosa hacia atrás y acercarse a su madre quien cubría su rostro de la mirada de su hijo, su padre tambaleando en el proceso. Hubo una pérdida de equilibro característica de su estado que Seungmin ignoró por completo al mantener su total atención sobre la mujer que era incapaz de mostrarse, un sollozo casi inaudible que hacía vibrar sus cuerdas vocales, pero no pudo pasar desapercibido el característico olor a alcohol provenir desde su organismo, arrugando la nariz con molestia mientras sus manos buscaban apartar las de su madre en búsqueda de respuestas sobre su estado.

-- ¿Ahora eres un hombre, Seungmin? -- soltó con la lengua reseca y adormecida, las palabras apenas entendibles producto del licor.

Seungmin quiso voltear y enfrentar a ese hombre por primera vez en todo el trayecto de su vida. Como si aquel duendecillo que le gritaba e imploraba por mantener el respeto a su padre porque era un hombre serio y aterrador que no sabía cómo iba a reaccionar al ser tan impredecible, de pronto tomara sus maletas y desalojara su sitio dentro de su cabeza, dando riendas sueltas a su valentía.

Pero sus deseos quedaron en ello, cuando las manos torpes y sin cuidado del hombre lo voltearon desde los hombros que lo obligó a apartarse de su madre, un forcejeo desagradable del que Seungmin trató de deshacerse rápidamente al tomarlo desde los antebrazos. No estaba asustado, estaba furioso.

-- ¡Suéltame! -- gritó, forcejeando apenas con el hombre antes de que un golpe a puño cerrado diera con torpeza y fuerza desmedida sobre su quijada del lado izquierdo, volteando apenas el rostro antes de volver a enfrentarlo, volviendo a empujar de él con más fuerza hacia atrás.

Sabía metálico.

-- ¡Estoy cansado de ustedes! ¡Especialmente de ti!

-- ¡Entonces vete! ¡No te necesitamos en esta casa, sal de aquí antes de que llame a la policía! ¡Vete! -- amenazó, la risa burlesca de su padre de fondo antes de que tambaleándose revisara sus propios bolsillos, saliendo a paso errático de la casa.