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Descubrí en un bolso olvidado algunas de nuestras fotos y los regalos que le hacías a mi corazón.

Te odio con la misma intensidad con la que te amo.
Aunque lo intento con todas mis fuerzas,
no logro expulsarte de mis pensamientos.

Te has inyectado en mis venas,
has dejado la marca de tus dientes en mi cuello,
liberando el veneno de tu egoísmo en mi ser.

Aquel día, me miraste y sonreíste,
y aún no comprendo,
si tanto dolor me esperaba,
¿por qué te empeñaste en conquistarme?

Sicofante, bien podrías haberme advertido desde el principio que tu propósito era infligir dolor.

Aquel día, me miraste y sonreíste,y aún no comprendo,si tanto dolor me esperaba,¿por qué te empeñaste en conquistarme?Sicofante, bien podrías haberme advertido desde el principio que tu propósito era infligir dolor

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