VIII

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Los sueños son forúnculos en la piel, enormes y expansibles, llenos de tantas cosas. Con un trasfondo de ilusiones y proyectos. ¿Quién iba a decir que los nuestros no serían ni siquiera mínimamente reales?

Despertaría una mañana y me encontraría con el lado izquierdo de la cama vacío, tu mano no estaría en mi espalda y te habrías marchado, robándome el corazón, la decencia y el amor.

Qué poco nivel de empatía.
Podrías haberme preparado para el final,
pero no, decidiste asestar un golpe brutal,
y recurrir al discurso barato de: "No eres tú, soy yo",
"Estoy cansado de no poder cambiar".

Dijiste: "No te quiero lastimar",
y ya me habías perforado con la espada,
atravesando todo mi tórax,
la punta sobresalía por mi espalda,
goteando los chorros de mi inconsciencia.

Y cuando te fuiste, lo único que hiciste
fue removerla de su lugar,
para que el dolor explotara,
para que me desangrara en tus brazos,
para quitarme lo poco que me quedaba de humanidad.

Y cuando te fuiste, lo único que hicistefue removerla de su lugar,para que el dolor explotara,para que me desangrara en tus brazos,para quitarme lo poco que me quedaba de humanidad

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