Desde que decidiste acabar conmigo, las navidades han perdido su brillo; el árbol, antes lleno de vida, ahora languidece, notando la ausencia de nuestras alianzas de la suerte. El tiempo apremia, la Navidad está a tan solo 50 minutos de distancia, y sí, disculpa, pero mi mente no ha estado en condiciones de armarlo antes. Un dolor de partida anida en mi pecho, un eco de la forma cruel en que elegiste dejarme, seguido por las llamadas de tu madre, que resuenan con un único "¿Por qué?"
Me lo pregunto también, Rosa,
¿Qué cambió para que decidieras alejarte?
¿Qué razones te impulsaron?
Después de tanto tiempo como tu novia,
me merezco una explicación,
no el frío silencio de tu indiferencia.
Tu madre, parece, sintió nuestra ruptura más profundamente que tú,
con llamadas que llegaban sin aviso,
esperanzas atrapadas en correos electrónicos,
ánimos que se desvanecen en el aire,
y la invitación a un café que nunca llega.
Hablar más con ella que contigo,
me obliga a mirar hacia adelante,
pero no sé cómo, Sicofante, aún me dueles.
Y esto no es un recuerdo lejano;
hace apenas dos semanas que no estás en mi vida,
tus pertenencias aún yacen bajo mi cama,
esperando tu regreso o la confirmación de tu adiós.
Sicofante, te imploro...
No seas cruel con quien entregó la mitad de su corazón.
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Sicofante
RomanceSicofante, abriste heridas que ya estaban cerradas, me enseñaste que el amor era sinónimo de destrucción y que mi belleza no me hacía especial, me hacía ingenua. Sicofante, no eres como los demás, nadie se hubiera atrevido a tanto, fuiste una extens...