XXV

14 2 0
                                    


Las palabras que dices deben ir acompañadas de acciones; me endulzabas con esperanza, futuro y tranquilidad. Acariciabas mi cabello todas las noches, para luego irte de fiesta con tus amigos, esos que nunca conocí, y te llenabas la boca con todas las mujeres a las que podías besar.
Llegabas con miles de perfumes, pero me hice la idea de que en los lugares que asistías se mezclaban los olores, que el maquillaje se pegaba a tus camisas por puro descuido y no tocabas el teléfono por la delincuencia.

Me iba a dormir tranquila,
me decías que lo hacías para que tuviera una noche de paz,
de inspiración,
me dabas el espacio que necesitaba,
y te perdías en los cuerpos deslumbrantes de la noche.

Ladrón de corazones,
conquistador de personas ingenuas,
¿Cuántas personas fueron las que te encantaron?
¿Cuántos labios besaste para luego llegar a casa y besar sin culpa los míos?

Sicofante, tengo cien textos con razones para odiarte,
y la mitad de ellos, se supone, deben ser buenos recuerdos.
Ahora entiendo la mirada de culpa de tu madre,
el teléfono apagado cuando debía estar encendido,
tus amigos no acercándose a nuestra residencia,
no te buscaban,
porque sabían lo que hacías,
tu faceta tan oscura de querer destruir,
de tomar lo sano,
y volverlo enfermo.

Ni el psiquiatra,
ni los libros de autoayuda que leías,
te van a librar del desastre que dejaste,
la hecatombe de situaciones,
y la desesperanza.

Sicofante,
eras precioso,
pero no real.

Sicofante,eras precioso,pero no real

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
SicofanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora