Llegaste una mañana con una sonrisa en el rostro,
estabas con la energía mucho más elevada de lo normal,
y hablábamos de barbaridades
mientras me batías el café con felicidad.
Recibiste un mensaje,
tan brillante,
tan elegante,
y sonreíste.
Quise ver,
pero lo ocultaste.
"Bonita", dijiste
y te alejaste...
Como siempre,
no podía olvidarlo,
eras un sicofante.
Era ella,
tu nueva víctima,
la nueva presa,
cayendo en tus redes de araña tramposa.
Sicofante, tenías un circo,
y un nuevo 'freak' para el show.
Asentí, para tu tranquilidad,
para mi tormento,
y me atreví a mirarte mientras escribías con rapidez. Dejaste el móvil encima de la alacena y continuaste con mi café. Tus ojos marrones me miraron, perforaste mi alma con esa desilusión,
con la realidad de que estabas aquí,
y no allá.
Si tanto me odiabas,
¿por qué no me dejaste antes? ¿Por qué no me abandonaste la primera vez que fuimos a la biblioteca del centro y la viste en la caja registradora? ¿Por qué alargaste mi sufrimiento? ¿Creíste que así me iba a doler menos?
Si tanto me odiabas, ¿por qué le hablabas mal de mí a tus amigos? Aquellos que nunca conocí,
porque decías que no estaban a nuestro nivel,
perfectos,
con vidas perfectas,
y yo, tonta, en un apartamento pequeño,
con libros publicados
y páginas en el baño.
Si tanto te avergonzaba que escribiera novelas,
que viviera de eso,
si tanto te dolía que no fuera como tú,
que yo sí amara mi trabajo,
si tanto me odiabas, sicofante,
¿por qué ensuciarme, por qué obligarme a sentir lo mismo que tú sentías por mí?
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Sicofante
RomanceSicofante, abriste heridas que ya estaban cerradas, me enseñaste que el amor era sinónimo de destrucción y que mi belleza no me hacía especial, me hacía ingenua. Sicofante, no eres como los demás, nadie se hubiera atrevido a tanto, fuiste una extens...