Sicofante, abriste heridas que ya estaban cerradas,
me enseñaste que el amor era sinónimo de destrucción
y que mi belleza no me hacía especial,
me hacía ingenua.
Sicofante,
no eres como los demás,
nadie se hubiera atrevido a tanto,
fuiste una extens...
A veces desearía no tener estos recuerdos, haberme quedado solo con lo bueno para mitigar el daño que me has infligido. Sicofante, yo solo quería amarte, enseñarte el amor como algo puro, algo bueno, algo digno de ser sentido.
Anhelaba que me amaras con la misma intensidad, que me entregaras tu corazón como yo te entregué el mío, y que, aunque fuera solo una vez, me tomaras en serio.
Pero tenías la mente fracturada, y eso era lo único que podías hacer, lo único que podías sentir. Me querías solo para ti, anhelabas que mi corazón jamás volviera a sentir la seguridad de amar, y te atreviste a crear, con palabras falsas, inseguridades que sabías me afectarían profundamente.
Sicofante, usaste nuestra relación solo para mofarte de mí, de mis textos, de mis creaciones, de mis dibujos, de mis ilusiones.
Te abrí mi corazón, te mostré todo lo que tenía, y lo convertiste en una herramienta de destrucción.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
