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Al entrar a la habitación mi madre estaba sentada en su cama, se veía pálida, delgada, con grandes ojeras abajo de sus ojos, su pelo negro tenía algunas canas, se veía cansada pero aún así me sonrió cuando me vio.

-Mamá: Alec.

Salieron algunas lágrimas de sus ojos, yo me mordí la lengua para no llorar.

-Mamá: Te ves bien.

No soporte más, no podía. Corrí hacia su cama y la abrace llorando ruidosamente. No quería que mi mamá se fuera también, ella fue la que me cuido y protegió la mayor parte de mi vida.

Mami.

Ella acariciaba mi cabello.

-Mamá: ¿Tan mal me veo Alec?

Ella se rio.

Acariciaba mi cabello.

-Mamá: Todo esta bien Alec. Tranquilo.

-Lo siento.

-Mamá: No. Yo lo siento amor, por todo.

Me quedé un buen rato así. Me sentí... seguro.

Cuando mi mamá se quedó dormida de nuevo me levante de la cama y salí, mi papá estaba hablando con Magnus en la sala.

-Magnus: ¿Estas bien?

-¿Tu estas bien?

El me sonrió.

-Magnus: Solo hablábamos.

-Será mejor que nos retiremos. Debe de descansar.

-Papá: Gideon ¿Puedes traer a los niños? En verdad tu madre quisiera verlos y... yo también. 

Mi papá nunca me llamaba Gideon, de hecho nadie lo hacía. ¿Es solo para confirmar que soy un desconocido más ya?

-Mañana los traeré pero si hay algo raro nos iremos inmediatamente.

-Papá: Claro.

Tome la mano de Magnus y salimos de lo que una vez fue mi hogar.















Al día siguiente hable con los niños. Los senté en la sala para que pudiéramos hablar.

-Van a conocer a mi mamá y mi papá

-Rafael: ¿Por qué?

-Porque es tiempo de que los conozcan.

-Max: Pero ¿Para qué?

-Ellos los quieren conocer.

-Violeta: ¿Todavía me recordarán? Yo no los recuerdo mucho.

-Lo hacen amor.

Violeta se veía nerviosa por esa idea.

-Max: Esta bien.

-Rafael: Bueno.

Ni uno se veía emocionado, me estaba arrepintiendo por separarlos pero ¿Que podría hacer?









Llegamos a la casa de mis padres.

-Miren aquí es la casa donde crecí.

Bajamos.

-Magnus: Deja de culparte. Hicimos lo mejor.

-Eso espero.

Llegamos a la puerta y abrió Julián.

-Julián: Bienvenidos niños.

-Violeta: ¡Hola!

-Julián: Como a crecido señorita Lightwood. Es un gusto volver a verla.

Se dieron un corto abrazo.

Te Necesito. (MALEC) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora