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Salimos para poder hablar tranquilamente, Magnus nos siguió.

-Mia: No puedo creer que estés aquí.

-Regrese hace unos días.

-Mia: Me alegro.

-¿Cómo has estado?

-Mia: Bien... yo salí por primera vez después de mucho tiempo por obligación de mi pareja.

-Eso es bueno, eres muy joven.

-Mia: Supongo que si. ¿Tu cómo éstas?

-Bien. Saliendo a delante.

-Mia: Es todo lo que nos queda.

-Si. Me alegra mucho saber que estas bien.

-Mia: A mi igual. ¿Has hablado del caso?

-No. Parece que esa carpeta está cerrada porque no saben donde esta él.

-Mia: Eso creo. Mi papá no me deja saber mucho de eso.

-Es mejor, yo también lo prefiero así.

-Mia: ¿No tienes miedo?

-Mucho pero... ya detuve mucho tiempo mi vida por eso. Es mejor seguir aunque tenga miedo.

-Mia: Tienes razón, así lo hubieran querido nuestros hermanos.

-Si.

-Mia: Creo que debo de dejar que te diviertas. Me alegro mucho verte.

-A mi igual.

Me abrazo y volvió a entrar.

-Magnus: ¿Estas bien?

-Muy bien.

El me abrazo y beso mi cabeza.

-Lo estaré.

-Magnus: Esta bien amor. Yo estoy contigo.

Después de un rato volvimos a entrar.















Al llegar a casa Magnus y yo nos estábamos preparando para dormir.

-Magnus: Alec.

-¿Si?

-Magnus: No quiero que te relaciones con ella.

-Magnus...

-Magnus: Se que no debería prohibirte cosas... y no la conozco y tal vez la juzgo demasiado pero conozco a Samuel y se que el haría cualquier cosa por su bienestar y ella creció con el.

-Se que quieres protegerme pero te aseguro que ella no es así... siento que la conozco...

-Magnus: Pero no lo haces... mira, yo solo te pido que pongas muchos límites con ella hasta que demuestre que podemos confiar en ella.

-Esta bien. Entiendo lo que sientes.

-Magnus: Gracias Alec yo no quiero que te vuelvan a dañar.

Se acerco a abrazarme y dejo beso en mi frente. 






















Al día siguiente fui a casa de mis padres por los niños. Todos estaban en el jardín, mi mamá jugaba con los niños y mi papá la veía sonriendo.

-¿Por qué está fuera de su cama?

-Papá: Oh, hola. Ella amaneció con tanta energía, creo que estar con ellos le hace bien. Hasta despertó con hambre, eso no había pasado en meses.

Sonreí. Eso me daba esperanza de que estaré con ella mucho más tiempo.

Te Necesito. (MALEC) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora