Pasó por tanto y solo quería descansar, su corazón dolía en cada momento gracias a las palabras hirientes que lo atravesaban.
TaeHyung solo pedía una cosa, ser amado tal y como es.
¿Tan difícil era eso?
Pensaba que jamás llegaría esa persona...
O...
Pasaron varios días, y ambos chicos no podían estar más felices.
TaeHyung pudo conseguir el permiso de su madre, realmente a ella no le importaba, además, le parecía buena idea para que el mocoso no esté molestando.
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Jueves 18 de abril del 2015.
―¡Ya me siento muchísimo mejor! No creo que debamos esperar un mes entero, Tae. ―Se cruzó de brazos, alzando una ceja.
TaeHyung ladeó su cabeza, negando repetidas veces. ―El doctor dijo reposo absoluto por 1 mes, Kook.
―¡Vamos al parque de diversiones! El 14 de febrero que no pudimos celebrar, el día del amor y la amistad, ¿No crees que sería buena idea? ―Acercó su rostro al del castaño, entrecerrando los ojos y susurrando lo último, como si contara un secreto.
TaeHyung lo pensó por unos minutos, para luego sonreír, asintiendo.
―¡Bien! ―Celebró victorioso el pelinegro.
―Pero, no será cualquier parque de diversiones. ―Esta vez fue el castaño quien se acercó peligrosamente al rostro de JungKook, juntando sus frentes.
El pelinegro rio, sin apartarse, combinaron sus risas, y sus respiraciones.
Y así estuvieron por un buen tiempo, viendo los ojos del otro, no estaban para nada incómodos. TaeHyung cerró sus ojos, acercando esta vez su cuerpo al del pelinegro. Y JungKook solo tenía en mente tres palabras... "Besa sus labios" Con valor, tomó el rostro del castañito, llamando la atención de éste. Lo miró nuevamente, con una lluvia de estrellas en sus ojos. Se acercó poco a poco, y para su sorpresa, TaeHyung no se había apartado. Sin embargo, notó cómo el castaño abría los ojos en demasía, como recién entendiendo qué quería hacer el pelinegro. Eso hizo que pierda el valor, y solo se desvío hasta la mejilla ajena, depositando un pequeño beso. Se alejó sonriendo, con su corazón latiendo fuertemente, con sus mejillas pintadas de un color carmesí.
TaeHyung lo abrazó delicadamente, estaban felices, muy felices.
Tener entre sus brazos al castaño que siempre esperó... Para contarle sobre que ya superó sus miedos.
O al menos, casi todos.
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