Pasó por tanto y solo quería descansar, su corazón dolía en cada momento gracias a las palabras hirientes que lo atravesaban.
TaeHyung solo pedía una cosa, ser amado tal y como es.
¿Tan difícil era eso?
Pensaba que jamás llegaría esa persona...
O...
Eran demasiados equipos compitiendo, y solo uno de ellos, ganaría la medalla.
El equipo que más se esforzó, será el ganador.
O simplemente... ¿Los están haciendo pasar por un buen momento antes de la tragedia?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
―El día de hoy, 24 de Mayo del 2015, terminaron las olimpiadas.―Anunció emocionado el director, orgulloso por el equipo que ganó.―Todos los equipos compitieron, y la verdad, es que estoy muy feliz de haberlos visto. Todos se esforzaron y se divirtieron, eso es hermoso. Pero sólo un equipo, pudo conseguir dicha medalla.―Abrió una pequeña tarjeta, viendo en claro los nombres.
JungKook no entendía, si ellos cuando pasaron a la final, ganaron. ¿No era muy obvio quienes obtuvieron la medalla? Bufó, viendo de reojo a TaeHyung, dándose cuenta que éste estaba llorando. ―¿Angelito? ―Se acercó, viéndolo más de cerca. ―¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? ¿Te hicieron algo? ―Preguntó asustado, viendo como TaeHyung sonreía.
―Lloro porque... Te quiero, JungKook. ―Dijo siendo sincero, estaba feliz de haber ganado la medalla juntos.
El pelinegro sintió su corazón acelerarse, juraría que pronto se saldría de su lugar. ―Y-Yo también te quiero... ―Soltó nervioso, alejando sus manos del rostro de TaeHyung.
Ambos se miraron largo rato, para que luego, dejen salir algunas risas.
Escucharon la voz del director y nuevamente miraron al frente, emocionados. TaeHyung presionó sus labios buscando la mano del pelinegro, cuando la encontró, no dudó en tomarla y entrelazar sus manos. JungKook miró al castaño sonriendo, con las mejillas pintadas de un color carmesí.
―Los ganadores, son... ―Guardó la tarjeta, mirando al frente. ―Kim TaeHyung y Jeon JungKook, del salón A-14, mis felicitaciones, pasen al frente, por favor. ―Todos al escuchar eso, aplaudieron, sonriendo por la victoria de ambos chicos.
Ellos ya sabían que habían ganado, pero de la nada se sintieron nerviosos, no querían ir al frente. ―V-Vamos, quedaremos como unos idiotas por no subir.―Susurró el pelinegro, temblando, sin soltar la mano ajena.
TaeHyung asintió, subiendo poco a poco las pequeñas escaleras para llegar al centro. Ambos chicos sonrieron, haciendo una reverencia, el director repitiendo la acción. ―Felicitaciones, chicos. ―Les entregó la medalla, observando como abrían su boca, por lo brillante que era.―Lo hicieron excelente, chicos. ―Aplaudió una vez más, siendo seguido por todos.―Gracias a todos por participar, espero que se hayan divertido, nos vemos en las próximas olimpiadas.
Dicho esto, el director bajó lentamente, yéndose, recibiendo saludos y aplausos. Mientras que el pelinegro y el castaño, se habían quedado hipnotizados por el gran brillo de la medalla.
Todos se fueron, dejándolos solos allí.
Y cuando reaccionaron, se miraron por unos minutos, antes de soltar varias risas, risas que sonaban como el eco de alguna cueva.
