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Minjae llevaba en silla de ruedas a ambos chicos hasta su casa.
En un silencio no incómodo, abrió la puerta, ayudando primero al castaño y luego a su hijo.

Cuando volteó, se encontró con la mirada baja de JungKook, sollozando.
Mientras que TaeHyung agarraba su mano y la acariciaba lentamente, con cariño.

Respiró profundo, tratando de calmarse y hablar tranquila con su hijo menor.

―JungKook, cariño...―Se acercó, apretando sus labios.―Debemos hablar.

El pelinegro asintió, claro que asumiría toda la responsabilidad, pues fue su culpa, o eso creía.
TaeHyung vio como la señora Jeon llevaba al pelinegro lentamente hasta la cocina, cerrando la puerta de una forma suave.

―Hijo, cuéntame qué pasó.―Dijo, mirando a los ojos al mencionado.

―M-Mamá... Solo traté de defenderme a mí y a TaeHyung, no fue mi intención causarte un problema... No te hagas cargo de mí, yo me haré cargo de todo, por favor mamá, perdóname.―Bajó la cabeza, a punto de llorar.

Pues desde "temprana" edad JungKook se encargaba de sí mismo, sus padres no lo atendían ni lo veían para nada, pero claro, lo amaban.

―Hijo...―Llamó, pero no le hacía caso.―Amor, mírame a los ojos.―Agarró suavemente ambas mejillas de su hijo, alzando su rostro.

―Dos chicos nos molestaron... Yo, quise cubrir a T-TaeHyung, y lo hice, pero me confíe y el chico malo me apuñaló, por s-segunda vez...―Hizo un puchero, enojado y triste al mismo tiempo.

―Para la próxima evita tener ese tipo de problemas, y no, cariño, no eres una carga para mí, soy tu madre y tú siempre serás mi bebé, ¿Entendido?―Acarició el cabello negro de su hijo, sonriendo.

―M-Mamá... Nunca quise ser un problema más para ti... Lamento tanto todo esto.―Soltó las primeras lágrimas, pues desde hace tiempo no charlaba con su madre, y eso lo estaba poniendo sensible.

Los padres de JungKook jamás fueron malos, querían que su hijo fuera independiente.
Lamentablemente, ellos trabajan demasiado y daban a entender que no les importaba en lo más mínimo su propio hijo.
Claro, no era así.
Siempre hablaban con Namjoon para saber cómo estaba su pequeño.

Cuando ambos se enteraron de aquella tragedia, su corazón se detuvo, pues la técnica dijo que tenía pocas posibilidades de sobrevivir si no actuaban rápido.
Solo Minjae pudo ir, el papá de JungKook se quedó trabajando por ella.

―Nunca fuiste un problema para nosotros, mi pequeño...

―P-Pero, mamá, y-yo-

―No, jamás lo fuiste, lamentamos tanto haberte enseñado cosas que aún no debías aprender a tan temprana edad, pero, lo hicimos por tu bien, mi amor... Y ahora mira, estoy orgullosa del hombre que he criado, eres increíble cariño, y estoy tan orgullosa, ten por seguro que tu papá también lo está.

Esa fue la gota que derramó el vaso, JungKook no pudo resistir más y soltó todas las lágrimas que venía reteniendo todo este tiempo.
―M-Mami...―Cubrió su rostro, avergonzado.

Minjae sonrió, abrazando fuertemente a su hijo, como si fuera el último abrazo.
―TaeHyung... ¿Él no es el pequeño que te gustaba de niño?―Cuestionó, recordando eso de la nada.

―¡M-Mamá!―Alzó su rostro nuevamente, estaba rojo por completo.―Y-Y si, es él.

Minjae sonrió en grande, emocionada.―¡Ese es mi hijo!―Apretó sus mejillas, feliz.

―¡Ahg! ¡Mamá!―Se quejó, le dolían sus mejillas.

Y desde la sala de estar, TaeHyung escuchaba todo, suspiró, al fin podía estar tranquilo.

Your Beauty Never Scared Me // KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora