Pasó por tanto y solo quería descansar, su corazón dolía en cada momento gracias a las palabras hirientes que lo atravesaban.
TaeHyung solo pedía una cosa, ser amado tal y como es.
¿Tan difícil era eso?
Pensaba que jamás llegaría esa persona...
O...
Era un día lluvioso, dónde las nubes eran muy notorias. El viento era fuerte, y los árboles se movían levemente. La lluvia mojaba su cabello, su ropa, y sus libros.
Corría para mantener todo seco, pero no pudo, solo su ropa se salvó, aunque no por completo. Se cubrió entre dos tiendas que tenían tejados realmente largos, pudo regular al fin su respiración, tratando de crear un plan y regresar a casa. No había nadie en ese lugar, sólo él, la lluvia, los árboles, las flores, las nubes y el agradable viento.
Todo era bonito, pero hacía bastante frío y no tenía mucho para taparse realmente. Sólo podía cubrirse de la lluvia momentáneamente.
―Maldita sea... ―Bufó, rindiéndose, no tenía otra opción, tendría que esperar a que pase la lluvia.―Nunca llueve a inicios de año... ¿Por qué?
―Es cierto, jamás llueve a inicios de año, es muy raro, ¿No?
JungKook giró la cabeza rápidamente, dándose cuenta que había otro chico a su lado. Se asustó, retrocediendo.―¡¿Y tú quién eres?! ―Soltó, recibiendo una mirada llena de fastidio por el pelinaranja.
―Un chico que pasaba por aquí, que también está mojado por la lluvia. ―Rodó los ojos, viendo que el pelinegro aún no se calmaba.―¿Acaso quieres que me dé hipotermia? No eres el único en el mundo, ¿Sabes?
JungKook suspiró, un poco más tranquilo, confiando en el chico.―Bueno... Supongo que tienes razón. ―Se enderezó, sobando su nuca, estando nervioso.
Jimin se dió cuenta de eso, y soltó una risa, por lo gracioso que se veía el desconocido. ―¿Te picó algo o qué? Tus piernas tiemblan bastante. ―Sonrió, viendo a JungKook. ―Parecen gelatina.
JungKook rodó los ojos, analizando al chico que estaba a su lado. ―Yo parezco gelatina pero al menos no estoy todo mojado.―Rio, viendo la cara del pelinaranja.―Pareces, un perro mojado.
Ambos chicos se miraron por unos largos segundos, para que después, dejen salir una carcajada.
Ambos se quedaron largo rato en ese lugar, sin darse cuenta de que la lluvia había parado.
―¿Cómo te llamas? ―Preguntó Jimin, sonriendo.
―Jeon JungKook, ¿Y tú? ―Devolvió la sonrisa, estando feliz de hacer un nuevo amigo.
―Park Jimin, gracias por confiar en mi, y no pensar que soy de esos secuestradores. ―Rio, tomando sus cosas.―Debo irme, lamentablemente.―Fingió llorar.―Ya está, pásame tu número. ―Le dió un papel pequeño junto con un bolígrafo, sonriendo.
JungKook se quedó analizando, mirando el papel y asentir.―Rara forma de coquetear.―Soltó, riendo.
Jimin soltó una fuerte risa, sintiendo sus mejillas calientes por la vergüenza de que el pelinegro haya pensado eso. ―¡Oye! No estoy coqueteando. ―Recibió el papelito, para después guardarlo en su mochila.
―De acuerdo, igual no te hagas ilusiones. ―Alzó una ceja, riendo.
―¡Oh vamos! ―Lloriqueo, frustrado.―¡No estaba coqueteando! Y no eres mi tipo. ―Se cruzó de brazos, frunciendo el ceño.
―Ya lo veremos. ―Habló entrecerrando los ojos, riendo por la reacción del pelinaranja.―Sólo estoy bromeando, no te lo tomes tan en serio.
―Que graciosa tu broma, realmente lo digo. ―Rodó los ojos, viendo la hora en su reloj.―¡Mierda! ¡Me tengo que ir! ―Se sorprendió, alejándose un poco. ―¡Nos vemos, JungKook! ―Gritó, sonriendo.―¡Te escribiré! ―Agitó su mano, en forma de despedida, perdiéndose entre las tiendas.
JungKook sonrió, yéndose feliz a casa, sabiendo que hizo un gran amigo.
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El tiempo pasó volando... Jimin y JungKook se veían todos los días, vivían muy cerca.
O era así hasta que llegó el 31 de diciembre.
[...]
31 de Diciembre del 2013.
―Debo irme a Daegu... ―Dijo, triste por dejar a su amigo.―En la casa de mis tíos no hay internet, y... No podré llamarte muy seguido.
JungKook asintió, acercándose a Jimin para abrazarlo. ―Lo entiendo, pero recuerda que estaré aquí siempre, vuelve, ¿Si?
―Lo prometo, y otra cosa... ―Entrecerró los ojos, mirando a los lados, como si contara un gran secreto.―Suerte con tu chico... ―Sonrió, alejándose un poco.
JungKook rio, asintiendo nuevamente.―Cuídate, hasta pronto.
―Hasta pronto, ¡No te cambies de casa!―Dijo para subir al tren, agitando su mano en forma de despedida.
JungKook sonrió, repitiendo la acción del pelinaranja. Y antes de que el tren avance, Jimin llamó la atención del pelinegro. Se pegó a la ventana y vio como el pelinaranja sacaba el dedo del medio.
JungKook rodó los ojos, riendo. ―Eres un idiota.
Jimin rio, agitando su mano nuevamente, ahora sí, el tren arrancó, camino a Daegu.
JungKook vio el tren alejarse cada vez más, soltó un suspiro, algo triste.
Extrañaría demasiado a su amigo.
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Los amo 😭
Y a todos los que lean esto, también los amo, mucho :D
Gracias por todo.
Y perdón si hay un error, trataré de corregirlo lo más rápido posible.
