Pasó por tanto y solo quería descansar, su corazón dolía en cada momento gracias a las palabras hirientes que lo atravesaban.
TaeHyung solo pedía una cosa, ser amado tal y como es.
¿Tan difícil era eso?
Pensaba que jamás llegaría esa persona...
O...
Pasaron varios días, y ambos chicos no se hablaban. Cada vez que se cruzaban simplemente se quedaban viendo unos cuantos segundos y se iban.
Aunque claramente, a los dos les dolía.
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Domingo, 2 de Junio del 2015.
―JungKook... Es hora de que se arreglen, ya llevan así varios días.
―Jimin, déjame tranquilo. ―Soltó, prestándole más atención al libro que tenía en manos.
―JungKook, al menos piénsalo, ¿Si?―Se levantó, yendo a la puerta.―Estos días me has dicho que le pregunte a TaeHyung cómo está, tal vez él sea algo tonto pero no tanto.
JungKook bufó, acomodándose en su sofá. ―Lo pensaré, y ahora, ¡Largo!
―¡Ay ya ya! Está bien, ya me voy, dejo al nene en paz.
―Vete y ya no jodas.
―Idiota, sólo te estoy ayudando.―Se cruzó de brazos, rodando los ojos.
―Muchas gracias Jimin, en serio, pero ahora quiero estar solo.
―Como el rey diga... ―Susurró, abriendo la puerta, y antes de salir, sintió algo golpear su cabeza.―¡Idiota! ¡Siempre me lanzas tus libros aburridos!
―¡Por molestar!
―Ya me voy, en esta casa no respetan. ―Soltó, devolviéndole el libro a JungKook de la misma forma y salir corriendo.
―Bastardo... ―Sonrió de lado, echándose nuevamente en el sofá, viendo el techo, pensando en lo que dijo el pelinaranja.―De acuerdo Jimin, lo haré.―Sonrió, viendo la hora en su celular.
Oh oh... JungKook, es mejor que te apresures.
[...]
―Tu casa es muy linda, TaeHyung.
―Gracias... Mi madre está en la casa de mis tías así que, estoy solo, por el momento...―Presionó sus labios, recordando a un chico de cabellos negros.
TaeHyung no se dió cuenta del brillo en los ojos de Jaegun, y la forma tan asquerosa en la que lo miraba. ―¿Me enseñas tu habitación?―Soltó, acercándose a TaeHyung lentamente.
El castaño se puso alerta, notando sus intenciones. ―Podemos simplemente quedarnos aquí, ¿No tienes problemas con eso, verdad?
Jaegun apretó sus puños, fingiendo una sonrisa.―No, claro que no.
TaeHyung se sentó en el sofá, mordiendo sus labios, nervioso.
―TaeHyung... Hoy te ves mucho más lindo. ―Sonrió, acercándose mucho a TaeHyung, invadiendo su espacio.
